Colombia ocupó el último lugar en las pruebas Pisa relativas a los conocimientos básicos de los estudiantes en materia financiera. Se entrevistaron 29.000 alumnos de 15 años, de 18 economías, 13 de las cuales son actuales miembros del club de las naciones más avanzadas: la Ocde. Colombia fue el único país de América Latina presente en la prueba y alcanzó 379 puntos.
Los mejores calificados fueron los estudiantes de China, con 603 puntos, y los de Bélgica, con 541. Los países de la Ocde tuvieron un promedio de 500 puntos. Solo uno de cada seis estudiantes colombianos pudo desarrollar ejercicios de dificultad baja y menos del 1 por ciento logró resolver problemas financieros complejos.
Hay, sin duda, opiniones encontradas sobre los resultados obtenidos por los estudiantes colombianos en las pruebas sobre conocimientos en materia financiera. Los optimistas, entre los cuales está el Gobierno, dicen que el resultado es bueno cuando se considera que nos estamos comparando con los mejores. A esto habría que agregar, como nota positiva, que las cifras por ciudades muestran que no hay grandes disparidades regionales (Medellín 414, Manizales 417, Bogotá 397, Cali 389, y el resto del país, 372). Los pesimistas aducen que a los malos conocimientos financieros se suman los pésimos resultados del país en otras pruebas Pisa sobre conocimientos más generales.
Lo que sí no se puede argumentar es que en Colombia, solo en el actual Gobierno, se ha venido planteando la importancia de la educación financiera, pues, desde hace años, entidades como el Banco de la República vienen desarrollando textos sencillos de economía y finanzas.
Además, en Fedesarrollo el actual Ministro de Hacienda publicó, en el 2006, un texto elemental de economía para los estudiantes de pregrado. Por otro lado, con anterioridad a la administración Santos, ya varias de las asociaciones privadas financieras como Fasecolda, Asobancaria y la Bolsa de Valores de Colombia venían desarrollando actividades de conocimientos financieros en banca, seguros, pensiones y valores.
Lo que sí, quizás, resulta sorpresivo es conocer que en Colombia, desde 1873, Rafael Núñez, cuando se desempeñó como cónsul en Liverpool, adaptó un texto de economía para niños y lo envió a Colombia para su difusión. Su mensaje textual fue: “Remito también el Pequeño manual de Economía práctica, que acaba de publicar el distinguido economista Maurice Block, i recomiendo mucho al Gobierno su publicación por fragmentos en el Diario Oficial. Las buenas nociones se encuentran acumuladas en ese librito con tal claridad i método, que la inteligencia más inculta las comprende de una sola ojeada”.
El Manual de Economía Práctica comprende, entre otras, secciones sobre la utilidad y el valor, la propiedad, el trabajo, la moneda, el precio, los gastos de producción, la oferta y el pedido, el oro y la riqueza, el papel-moneda, el banco, el crédito, el capital, el interés del capital y las utilidades, las huelgas, la asociación o cooperación, las máquinas, la competencia, el monopolio, el consumo, los ahorros, el comercio, los especuladores, las vías de comunicación, la seguridad y los impuestos.
El Manual adaptado por Núñez ha sido reproducido recientemente en el libro Escritos económicos - Rafael Núñez, Archivo de Economía Nacional, Colección Bicentenario, Banco de la República, 2014.
Roberto Junguito
Presidente de Fasecolda
roberto.junguito@gmail.com