Las encuestas dadas a conocer en estos días y las opiniones en foros económicos colocan la incertidumbre política en torno a las elecciones, y el tema fiscal, además del crecimiento económico, como los de mayor preocupación para el futuro próximo. No así la inflación, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la cual, si bien llegó en noviembre ligeramente por encima del rango meta del 4 por ciento anual, se considera está convergiendo hacia la meta y se encuentra relativamente bajo control.
La encuesta de opinión financiera de la BVC-Fedesarrollo estima que está será del 3,9 por ciento en el año en curso y 3,5 por ciento en el 2018. En el ámbito del crecimiento de la economía, se considera que la tasa anual de crecimiento del PIB será del 1,7 por ciento este año, y 2,3 por ciento en el 2018. En cuanto a las tasas de interés de intervención del Banco de la República, la mayoría de los entrevistados cree solo a inicios del próximo año se podrá hacer un nuevo esfuerzo de recortarlas.
Con relación a los riesgos en el 2018, la opinión de los asistentes al foro de Corficolombiana es que la incertidumbre política relacionada con las elecciones y, en general la polarización política, es el principal factor que podría tener impacto adverso en la inversión. Las condiciones socio-políticas aparecen entre los factores a considerar a la hora de invertir entre los entrevistados en el sondeo de opinión financiera, pero ganan relevancia entre las preocupaciones. La consolidación de las candidaturas y un debate serio de los programas económicos de los candidatos serán de importantes para amenguar este riesgo.
El otro tema económico sobre el cual hay una preocupación creciente es el de las finanzas públicas. Se augura que la discusión fiscal a lo largo del 2018 será difícil, tanto en el debate electoral como durante el propio proceso de reformas que tendrá que abordar el nuevo gobierno. El reto gira alrededor de la regla fiscal y la importancia de su cumplimiento desde el punto de la credibilidad, pues flexibilizarla puede traer consecuencias adversas en el acceso a los mercados de capitales. El punto es que para cumplir con la regla fiscal se requerirá, tanto elevar los recaudos y, por ende, la carga tributaria, como racionalizar y reducir los gastos del Gobierno Nacional respecto al Producto Interno Bruto. Según lo explica Fedesarrollo, la trayectoria de los ingresos fiscales del gobierno requerida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) para cumplir la regla es optimista, pues supone que la carga tributaria pasaría del 14,9 por ciento del PIB en el 2016 al 16,1 en el 2021.
Sin una reforma tributaria adicional, la carga tributaria permanecería constante. Igualmente, el MFMP plantea que el gasto del Gobierno Nacional pasaría del 18,9 por ciento del PIB en el 2016 al 17,4 por cinto en el 2021. Dicha reducción de gastos prevista parece difícil, dada la elevada inflexibilidad que presenta el gasto público, pues los espacios de recorte adicional del gasto son muy reducidos. El poco crecimiento y sobre todo la encrucijada fiscal fueron los determinantes de la baja de calificación de Colombia por parte de Standard and Poor’s.