Uno de los grandes temas de debate económico en Colombia es la conveniencia de intensificar la intervención en el mercado cambiario. El Ministro de Hacienda ha solicitado, de manera pública, a la junta directiva del Banco de la República, que es la autoridad constitucional en materia cambiaria, una compra diaria más acentuada de reservas.
La discusión técnica ha girado alrededor del nivel adecuado de las reservas internacionales. Mientras el Ministerio se pregunta, en sus Notas Fiscales, si las reservas internacionales están en un nivel óptimo, e identifica que se hallan por debajo de lo que sería deseable para enfrentar las necesidades de recursos externos en caso de una suspensión súbita en el acceso al mercado internacional de capitales, en un reporte, el Emisor ha planteado importantes reflexiones sobre los resultados y las sugerencias de Hacienda.
El Ministerio estima que el nivel de las reservas internacionales del país debería alcanzar US$53 mil millones, frente a su nivel actual, cercano a US$34 mil.
Luego de tomar en cuenta que la línea de crédito contingente del Fondo Monetario Internacional le facilitaría recursos al Gobierno por US$6 mil millones, concluye que la necesidad de reservas adicionales sería de US$13 mil millones. Esto le lleva a sugerir incrementar, en el curso de un año, las compras diarias de divisas a US$54 millones, frente a los US$20 millones fijados actualmente por la junta del Banco.
El Emisor, en su reporte, reconoce que el beneficio de contar con un nivel adecuado de reservas es el de menguar el impacto de un cierre del crédito externo y la severidad de las crisis sobre la economía, y contempla también que adquirir reservas tiene costos implícitos en los bajos rendimientos de esos activos.
En su revisión de la literatura y al comentar los cálculos adelantados por el Ministerio de Hacienda, concluye que estos estuvieron fundamentados en lo sucedido durante la crisis de fines de los noventa, particularmente, en términos de la probabilidad de ocurrencia y severidad de una crisis, lo que no corresponde a la situación actual y podría conducir a exagerar los niveles requeridos de reservas. Ilustra bajo supuestos más razonables y con el uso de modelos alternativos, que, con alta probabilidad, Colombia dispone actualmente de un nivel de reservas adecuado.
El debate entre los órganos estatales se ha desarrollado mediante una argumentación académica sólida y bien documentada. Sin afirmarlo explícitamente, el Ministerio de Hacienda, al sugerir incrementar las reservas en el curso de un año, revela que, a su juicio, el objetivo de la medida no solo sería estar en capacidad de cubrirse frente a una crisis internacional que cierre el acceso al crédito, sino estimular la demanda de dólares y reducir las presiones hacia la apreciación de la moneda.
En este sentido, cabe destacar que en una encuesta desarrollada por el FMI, entre países emergentes, se ha identificado que, en cerca del 25 por ciento de los casos, la intervención ha tenido el propósito de incidir en la tasa de cambio.
Si este, efectivamente, fuese el caso, ¿por qué no se plantean tanto el Ministerio como el Banco, de manera explícita, si un objetivo adicional de la acumulación de reservas debe ser la defensa de la tasa de cambio y proceden a desarrollar modelos apropiados para cuantificar los costos y beneficios de hacerlo?
ROBERTO JUNGUITO
PRESIDENTE DE FASECOLDA
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