Para muchos analistas, la tasa de cambio es uno de los indicadores más importantes de una economía. La tasa nominal de cambio del peso con respecto al dólar, medida por lo que se denomina tasa representativa del mercado, alcanzó el lunes 2.751,88 pesos por dólar, y se ha venido devaluando de manera acelerada en el último año. Esta era de 1.871,87 en julio 21 del 2014.
Esto significa que en el curso de un periodo, la moneda colombiana se ha depreciado 47 por ciento. Dicha desvalorización ocurrió principalmente en el segundo semestre del 2014 y ha continuado depreciándose, aunque a menor ritmo, este año. La devaluación nominal o pérdida del valor del peso ha sido del 15 por ciento en lo corrido del año, si se tiene en cuenta que a inicios de año la tasa representativa había alcanzado 2.661,52 pesos por dólar.
Esta devaluación, o depreciación, de la tasa de cambio se ha producido principalmente como consecuencia de la caída de los precios del petróleo, que es el primer producto de exportación de Colombia. La respuesta de la tasa de cambio a la baja de los precios de los productos básicos de exportación se registra en razón a que Colombia tiene un régimen de tasa de cambio flexible. Esto significa que la tasa de cambio se determina en el mercado y depende de la oferta y demanda de divisas. La depreciación es la consecuencia lógica de los menores dólares generados por las exportaciones de productos básicos de Colombia, y es deseable, en cuanto da la señal de que hay una menor disponibilidad de dólares para importar, y que el costo de los productos importados debe ser más alto, lo que frena su demanda. Al mismo tiempo, una tasa de cambio más depreciada comienza a hacer atractiva la exportación de otros productos diferentes de los tradicionales, como el café y el petróleo.
Una pregunta frecuente que nos formulan a los economistas es si la tasa de cambio se ha devaluado demasiado y si su nivel actual corresponde al de equilibrio. Para responderla de manera profesional, se requieren preparar y cuantificar modelos muy complejos y sofisticados. Pero hay un ejercicio sencillo que permite intuir si la tasa de cambio está cerca de su equilibrio, al identificar si los precios de los bienes y servicios de Colombia corresponden o no a los precios internacionales. Esto se hace al comparar el valor de la hamburguesa de McDonald’s, conocida como Big Mac, que se vende en todos sus restaurantes en el mundo.
Según lo ilustra la reciente edición de la revista The Economist de esta semana, el ejercicio consiste en contrastar el precio en dólares de una Big Mac, vendida en Colombia con su costo en Estados Unidos, que es de 4,79 dólares. Pues sorpréndase, en Colombia cuesta 12.900 pesos, que a la tasa de cambio del 21 de julio, que era 2.751,88 pesos por dólar, da un valor por Big Mac en nuestro país de 4,69 dólares, muy cerca de su precio en Estados Unidos.
Este resultado lleva dos mensajes: el primero, que el ajuste de la tasa de cambio era necesario y, segundo, que parece estar acercándonos a los precios internacionales.
Roberto Junguito
Exministro de Hacienda
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