En Estados Unidos, como en Colombia, hay mucha gente desempleada, entrenada en universidades en ingeniería y otras disciplinas técnicas, pero las empresas no pueden fácilmente llenar vacantes en oficios industriales de altos requerimientos técnicos que no atraen a los profesionales, pero requieren competencias técnicas de excelente nivel.
Por otra parte, para las familias de clase media en EE. UU., la financiación de la educación universitaria de uno o varios jóvenes se ha vuelto un problema difícil de afrontar. En Colombia, las familias enfrentan el mismo inconveniente financiero a un nivel de ingreso muy inferior, y no contemplan alternativas para capacitar a sus jóvenes adecuadamente para ocupar rápidamente vacantes que exigen competencias técnicas de alto nivel, para las que se están importando trabajadores de Filipinas, que no requieren cuatro a cinco años de educación superior.
El Washington Post publicó un artículo que describe una aplicación de un sistema de aprendizaje en las empresas en Charlotte, Carolina del Norte, en el que se les ofrece a los jóvenes como alternativa a la educación universitaria, y que ha sido tradicionalmente usado en Alemania con mucho éxito (noviembre 27 de 2013). El programa adoptado en Charlotte es visto como una respuesta a los dos problemas.
Empresas como Siemens contratan jóvenes antes de que hayan terminado bachillerato y los ponen en otra pista para el desarrollo de sus capacidades. Los entrenan en las empresas, pagándoles un salario, y les exigen que asistan después del trabajo al community college local que ofrece un currículo de educación básica estándar y cursos orientados a incrementar competencias en ciencias, en matemáticas y en los campos que les interesan a Siemens y otras compañías que le han donado a este college sofisticados laboratorios para preparar a sus aprendices.
Después de terminar el aprendizaje de cuatro años, los jóvenes continúan en la empresa indefinidamente. Comparados con los de su misma cohorte que fueron a la universidad, ya tienen un espacio en el mercado laboral y no están sobrecargados con la deuda adquirida para pagar su educación. Como se les confiere un diploma (Asociate Degree), pueden ingresar a una universidad a 5 semestres si lo desean y tienen cómo pagarla.
El sistema alemán original no contemplaba que el aprendizaje podría convertirse en un escalón para ascender a la universidad, y obligaba a los jóvenes a escoger camino muy pronto en la vida y les negaba a los que optaban por la preparación para el trabajo oportunidades de llegar a cargos directivos en la sociedad. El que se aplica en EE. UU, es una opción que deja abierta la puerta para continuar estudios. La clave del éxito de este programa es la existencia de instituciones intermedias de educación técnica y superior (junior o community colleges) y la voluntad de las empresas de contratar aprendices y asociarse con ellas para entrenarlos. El Sena ha comenzado a pensar cómo crear algo parecido en Colombia, y algunos grupos privados trabajan en el mismo sentido (el autor orienta a uno de ellos).
Rudolf Hommes R.
Exministro de Hacienda