Aun después de cinco años de sostenido crecimiento económico, Colombia sigue marchando hacia una mayor prosperidad. Un acelerado aumento de más del 7,0 por ciento en el 2007 va probablemente a continuarse con un sólido incremento del 5,0 por ciento en el 2008. Y aunque esperamos que la economía y la inversión se mantengan pujantes, hay retos significativos para el equipo económico del Gobierno.
La reciente decisión por parte del Banco de la República de aumentar intereses en su lucha contra la inflación (5,7 por ciento) va a repercutir en una prolongada revaluación en el 2008. La crisis hipotecaria en E.U. ha llevado a una reducción de interés al 3,0 por ciento, con el mercado esperando tasas aún más bajas. Esto abre la posibilidad de un arbitraje de diferencial de tasas de interés que pondrá una presión revaluacionista. Estaríamos hablando de un diferencial de 6,75 por ciento con respecto a Colombia que podría aumentarse fácilmente hasta 7,75 por ciento. Los controles de capital (que usualmente solo benefician a los abogados) no han funcionado ya que vemos cómo compañías fachada para supuesta Inversión Extranjera Directa (IED), acaban como inversión de portafolio. La cifra de IED del renglón 'Otros' este enero, comparado con el 2007, aumentó 419 por ciento hasta 650 millones de dólares. En otras palabras, los inversionistas van a endeudarse barato en E.U. e invertir con más alto rendimiento en Colombia.
Adicionalmente, el insaciable apetito chino por el carbón ha llevado el precio de la tonelada de 52-54 a 100 dólares. Lo que significará probablemente una presión adicional de 1.500-2.000 millones de dólares este año. Además, precios del café sobre 1,60 dólares podrían crear presiones de 500-600 millones de dólares. Para no hablar de los altos precios del petróleo, etanol, oro y níquel que también van a llevar a múltiples proyectos en estas áreas. Si adicionamos las privatizaciones de las compañías eléctricas y una serie de proyectos de construcción, esto nos va a llevar durante el 2008 a que la IED supere la impresionante cifra de 8.637 millones de dólares del 2007.
De esta coyuntura nos preocupa el poderoso efecto que este fenómeno va a tener sobre el sector exportador. Áreas como manufactura y textiles se verán negativamente afectados; sectores que ya son peligrosamente dependientes del mercado venezolano. El Gobierno Nacional debe plantearse seriamente una expansión de coberturas a gran parte de las exportaciones. Se debe pensar en reducir el déficit fiscal y repagar deuda. Sectores como las flores o textiles son altamente intensos en mano de obra. La pérdida de competitividad cambiaria podría llevar a un aumento del desempleo, y en consecuencia, el impacto social para muchas zonas del país va a ser negativo. Tememos que la revaluación hiera de muerte la manufactura y la agricultura.