En lo que va del presente año, las principales variables económicas de la región Caribe vienen registrando un crecimiento sostenido. Sin embargo, ya comienzan a evidenciarse los primeros síntomas de desaceleración.
Esta es la conclusión a la que llega el más reciente Boletín Económico Regional (BER) elaborado por el Banco de la República, cuyo contenido resalta que durante el segundo trimestre del 2019, frente al mismo periodo del año anterior, se ha levantado ligeramente el pie del acelerador en materia de desarrollo productivo.
De acuerdo con el citado documento, el transporte y el sistema financiero lideraron los buenos resultados, seguidos de comercio interno e industria, lo cual contrastó con la caída en construcción, agropecuario, turismo y comercio exterior.
“La generación de empleo continuó debilitándose, a la vez que la inflación anual en todas las ciudades capitales de la región se ubicó por encima del promedio nacional”, subraya el documento del emisor para los ocho departamentos de esa zona del país: Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar, La Guajira y las islas de San Andrés y Providencia.
Así, las cuentas sobre el comportamiento económico en esta región del país ponen de manifiesto dos caras de una misma moneda. De acuerdo con el DANE, la variación del índice de Precios al Consumidor (IPC), al mes de julio pasado, se ubicó en 0,58% para Barranquilla, 0,43% para Cartagena y 0,40% para Santa Marta, cifras que están entre las más altas del país.
“La costa Caribe presenta un crecimiento sostenido en los precios del arroz, y esto afectó aquella variable, ya que mientras los hogares del país destinan un 1% del presupuesto para ese cereal, esa zona lo hace en 2%, lo que sería una de las razones por las que la región norte se ubica en los promedios más altos de inflación mes a mes”, explica Juan Daniel Oviedo, director del DANE.
Otros registros de la entidad indican que la región Caribe aportó el 15,2% al producto interno bruto (PIB) nacional en el 2018. Así mismo, el PIB total de esta zona fue de $148,93 billones, y los departamentos con mayor participación fueron Atlántico, Bolívar y Magdalena, cada uno aportando $43,25 billones, $35,13 billones y $13,07 billones, respectivamente.
Y en la variable de empleo, la tasa laboral en el índice de desocupación en lo corrido del año, según el DANE, ha sido del 11,4% en Santa Marta, la más alta en comparación con Barranquilla (8%) y Cartagena (7,3%).
Cabe recordar que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) aprobó $172,4 billones para ser invertidos en el desarrollo de los ocho departamentos que componen la región Caribe.
TRANSPORTE Y BANCOS, A BUEN PASO
De acuerdo con el BER para la región Caribe, el transporte avanzó por el aumento importante del número de pasajeros movilizados a través de los sistemas integrados de transporte masivo de Barranquilla y Cartagena, y por los pasajeros internacionales que circularon por los aeropuertos de Cartagena y también la isla de San Andrés.
“Los Sistemas Integrados de Transporte Masivo (SITM) de Barranquilla y Cartagena, durante el segundo trimestre del 2019, movilizaron un total de 19,9 millones de pasajeros, cifra superior en 20,8% a la registrada en igual trimestre del 2018. De este total, la capital del Atlántico representó el 52,4% y la de Bolívar el 47,6%, a la vez que aumentaron el número de personas movilizadas en 6% y 42,8% respectivamente”, señala el documento del emisor.
Y a reng lón seg u ido subraya que, tanto los pasajeros nacionales como los internacionales en la región Caribe aumentaron, estos últimos con un crecimiento más pronunciado al contabilizar 104.757 personas más que las registradas en el segundo trimestre del 2018, lo que representó un incremento de 42,5%, mientras que los colombianos lo hicieron en 3,9%, respaldados por las terminales aéreas de Riohacha, Cartagena, Barranquilla y Santa Marta.
Por otro lado, el BER indica que se presentó un aumento en las captaciones y colocaciones del sistema financiero, estas últimas impulsadas por el progreso de la cartera comercial y de consumo, aunque la hipotecaria fue la que experimentó el mayor crecimiento.
El documento advierte que, al cierre del segundo trimestre de este año 2019, el saldo de las captaciones del sistema financiero de la región Caribe fue de $24 billones, con un incremento anual de 6,9%, con respecto al similar trimestre del 2018.
“El Caribe representó el 5,3% del total nacional y las mayores participaciones dentro del total regional las continúan teniendo los departamentos de Atlántico (37,1%), Bolívar (20,6%) y Córdoba (10,3%)”, resalta el documento.
Por su parte, las ventas del comercio minorista, el número de vehículos nuevos matriculados y el índice de confianza del consumidor (ICC) crecieron en la región, aunque en todos los casos los resultados fueron inferiores a los observados durante el trimestre previo.
“El comercio interno continuó creciendo, aunque con señales de desaceleración”, precisa el documento. Entre tanto, el comercio exterior en la región Caribe se contrajo por el descenso de las exportaciones, en especial las mineras. A su vez, las importaciones lo hicieron un 3,4%. “Las ventas al extranjero se redujeron en un 6,9% al registrar un valor exportado de US$3.029 millones FOB, con lo cual prolongaron el desempeño negativo iniciado en el tercer trimestre del 2018”, afirma el BER.
En el sector de la industria, el emisor subraya que esta avanzó ligeramente en el primer semestre, por cuenta del aumento en la producción en Atlántico, aunque fue atenuada por las contracciones en Bolívar y Córdoba. A la par, las remesas recibidas aumentaron, manteniéndose Bolívar y Atlántico como los primeros destinos de las mismas.
“Entre enero y junio del 2019, frente al mismo periodo del 2018, el índice de la producción real y ventas reales, por departamentos y clases industriales de la región Caribe, registró crecimiento en Atlántico, impulsado por alimentos y bebidas y productos químicos y minerales no metálicos”, señala el boletín.
Y, de igual forma, afirma que, en contraste, la producción real en Bolívar y Córdoba presentó decrecimiento, con sustancias y productos químicos como determinantes del bajo desempeño en el primer departamento. Por su parte, el índice de empleo solo aumentó en Córdoba, en tanto que las industrias de maderas y muebles, papel e imprentas y metálicas fueron decisivas en la reducción del personal ocupado en Atlántico.
Por su parte, en el índice de competitividad, siete de los ocho departamentos de la región Caribe mantuvieron sus puestos, a excepción del Magdalena, que escaló una posición para ubicarse en el puesto 17. Así mismo, Atlántico es el que saca la cara al encontrarse entre los 10 primeros lugares. Bolívar tampoco se queda atrás, pues este departamento mantuvo su posición y mejoró 0,14 puntos respecto al año anterior 2017.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Contrastando con todos los aspectos anteriores, la construcción evidenció una reducción por cuenta de la mayor caída experimentada en los últimos seis años en el área aprobada y también por la disminución del 5% en la venta de vivienda nueva. Al respecto, el citado documento del Emisor cita que “el sector constructor en la región Caribe desmejoró en el segundo trimestre del 2019 por la menor área aprobada y la contracción en la venta de vivienda nueva. Entre abril y junio se licenciaron un total de 458.453 metros cuadrados para edificación, lo que representó una caída anual del 46,7%, siendo la mayor reducción observada por trimestres desde el 2005”.
Igualmente, la actividad agropecuaria regional cayó como consecuencia de la baja en la comercialización y sacrificio de ganado vacuno, producción de leche y de huevos, a la vez que en las centrales de abasto disminuyeron los niveles de carga recibida; lo anterior, en conjunto, contrarrestó los aumentos en la producción de carne de pollo y cerdo.
En cuanto al turismo, se mantuvo la tendencia a la baja iniciada desde principio de año, donde los porcentajes de ocupación hotelera disminuyeron y la cantidad de visitantes vía cruceros registró el nivel más bajo de los últimos tres años. Entre tanto, el comercio exterior se contrajo por el descenso del 6,9% de las exportaciones, en especial las mineras, y a su vez que las importaciones lo hicieron un 3,4%.
Por último, el mercado laboral desmejoró con el aumento en el número de desocupados, mientras que la inflación anual de las ciudades capitales en la región se ubicó por encima del promedio nacional, sin excepción.
Alfonso López Suárez
Periodista de Portafolio