En el mundo y en el país, circulan más o menos 10 millones de productos colombianos con códigos de barras. Esta cifra abarca los que se exportan y los que se comercializan en Colombia.
Sin embargo, muchos bienes y servicios todavía no tienen esta herramienta que garantiza conocimiento detallado sobre el camino que toman.
Estas cuentas, salen de los 22.000 empresarios afiliados a Logyca, entidad sin ánimo de lucro, que promueve el uso de esta tecnología, que hoy cumple 62 años en el mundo y 26 de aplicarse en Colombia.
Juliet Espinosa, gerente de estándares de Logyca, explica que pese a lo que se ha extendido muchas empresas sobretodo pequeñas y medianas carecen de este sistema.
“Este año se están trabajando con grandes superficies, con el fin de que pequeños empresarios que ingresen como proveedores de estas empresas tengan acceso al código para sus productos, sin ningún costo”.
Se ha identificado que unas 4.000 empresas que no tienen más de dos o tres productos en su portafolio pueden estar en este programa.
Las compañías que no estén en este programa con los grandes hipermercados, se pueden comunicar con Logyca. La entidad, con el pago de un monto por una sola vez, le da al empresario el derecho al uso con una identificación única, lo que evita que no se confunda con otro por 99 años.
Adicionalmente, se le brinda la asesoría para que acuda a los proveedores adecuados para que los empaques de sus productos lleven el código de barras.
Además de los proveedores de supermercados, Juliet Espinosa cree que en transporte, salud (droguerías), hoteles, restaurantes, casinos, textiles y ferreterías hay mucho por hacer para que la tecnología se extienda. Se estima que al día, se leen cinco billones de códigos de barras.
Está relacionado no solo a productos, sino a servicios como las facturas, en las aduanas para los contenedores.
En Colombia, el primer producto en tenerlo fue el Chocolisto, por iniciativa de Nacional de Chocolates.
“Lo que el código permite es que cada producto tenga una sola identificación en los procesos, y así permite que el industrial tenga trazabilidad del producto”, dice la experta.
Conocimiento detallado de los inventarios y de las tendencias de consumo son dos variables que arroja esta herramienta, clave para tomar decisiones de negocio.
AHORRO DE TIEMPO
El consumidor ha ganado en el tiempo de pago en un supermercado, gracias al código de barras. Antes de que existiera, la cajera tenía que aprenderse los datos, producto a producto.
En el caso de los servicios públicos, el proceso también se hace más rápido. Mientras que con código de barras una transacción se toma 30 segundos, si la cajera digita el número de forma tradicional se tomas dos minutos.
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