Desde la fundación de las más tradicionales universidades del país, el derecho ha estado entre las carreras con mayor demanda entre los colombianos, figurando en los primeros lugares, año tras año, y compartiendo escenario con otras profesiones como ingeniería, administración de empresas, medicina y psicología.
Por ejemplo, una investigación del Centro de Estudios de Justicia de las Américas encontró que Colombia está en el segundo lugar en el mundo con el mayor número de abogados, 354,45 profesionales por cada cien mil habitantes.
El primero de la lista, en el que hay países de Europa y América, es Costa Rica con 389,36 profesionales del derecho.
Cabe destacar que en el estudio las naciones de América lideran el ranking, pues el cuarto y quinto lugar, en su orden, los ocupan Brasil y Argentina, y en el tercer puesto está Italia.
¿POR QUÉ SER ABOGADO?
Según Francisco Bernate, profesor titular de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, son tres las razones que hacen que las personas decidan estudiar abogacía.
La primera es de tipo cultural pues, como él dice: “se cree que los juristas se ubican laboralmente muy fácil y que son trabajos usualmente bien remunerados, lo que la hace muy atractiva”.
La segunda, es que es una carrera que admite cualquier tipo de inclinación vocacional, ya que es para quienes gusten de los números y la lectura, como no tanto; para las personas analíticas y para los prácticos, es decir, es un área del conocimiento que no es excluyente, y la tercera razón es que “al ser un país sobre judicializado, de alto conflicto, en el que se vive día a día en los estrados, apoyados en la legislación, pues se convierte en una carrera que da prestigio, de oportunidades y con acceso a un sinnúmero de cargos”.
Por su parte, el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Inca, Luis Eduardo Martínez considera que esta es una de las carreras con mayor número de profesionales porque es primordial para el funcionamiento del orden social, político y económico de los países.
También considera que en Colombia las facultades deben buscar que los profesionales que están formando se especialicen, inclusive, “desde su tercer año de carrera, preparándolos acorde con las necesidades de su entorno, pensando en la sociedad actual y en los retos del país en todos los frentes de su desarrollo”.
CONCIENCIA ACADÉMICA
El profesor Bernate, quien anota que en el país pueden existir, aproximadamente, 230.000 abogados titulados, sostiene que hay que ejercer conciencia en la calidad de ese alto número de abogados, en parte, “por la proliferación de facultades que no cumplen las exigencias para el adecuado ejercicio de la abogacía”.
Por ello, el llamado es para ajustar los currículos con especializaciones como el derecho comercial, ambiental, derechos humanos y otras disciplinas que estén en sintonía con las necesidades sociales y económicas del país.
LOS JURISTAS REQUIEREN CAPACITACIÓN CONSTANTE
Cabe decir que el aumento de la oferta de educación jurídica en país, que se mantiene en crecimiento cada año se debe. En parte, a la expansión de la oferta privada en las universidades y al auge de especializaciones que, al atender la demanda, también la fortalecen.
Además, el tener un posgrado es ahora un requisito casi indispensable para acceder a mejores puestos, con una remuneración interesante.
Igualmente, en la búsqueda de un escalafón profesional más alto, le siguen una maestría, e incluso, un doctorado en Derecho, que le imprima categorización y un espacio global a la profesión, especialmente en un país en desarrollo económico y en camino al aumento de su competitividad.
Astrid López Arias