La mayoría de los alimentos que están llegando al país se compone de grandes cantidades de azúcares, grasas, almidones, sal y aditivos, que engordan y enferman. En cambio, poseen poca fibra y nutrientes.
Así lo advirtieron los expertos nacionales e internacionales que asistieron entre el viernes y el sábado pasados al Encuentro Internacional ‘El papel de los productos ultraprocesados en la obesidad: un creciente problema de salud pública en América Latina’.
El certamen, que fue organizado por la Fundación Colombiana de Obesidad, con el apoyo de las universidades de São Paulo, Nacional de Colombia, Javeriana y el Rosario, terminó con un pronunciamiento en el cual alertan al Gobierno acerca del impacto que pueden tener los TLC con la introducción de alimentos que son sometidos a fuertes procesos industriales, como enlatados, envasados y embutidos, que son nombrados con el genérico de ultraprocesados.
Además, pidieron que se controle la publicidad al respecto en franjas que los ponen al alcance de los niños.
“México fue el primer país de Latinoamérica que firmó TLC con Estados Unidos y hoy ocupa el primer lugar del mundo en obesidad infantil. Hay evidencias de que ambas cosas tienen relación”, recalcó el profesor John Jairo Bejarano, director del Departamento de Nutrición Humana de la Universidad Nacional.
También, el investigador de la Universidad de Montreal (Canadá) Jean-Claude Moubarac, recalcó que Colombia debe mirarse en el espejo de la problemática de obesidad que sufren Canadá, Inglaterra y Estados Unidos, donde los ultraprocesados representan el 60 por ciento de las calorías que consume la gente a diario.
Además, en el de Brasil, que aumentó en 15 años este consumo del 15 al 30 por ciento. Acá ya alcanzan más del 20 por ciento de la dieta.
“La pregunta es si esto va a subir con el TLC”, anotó Moubarac.
El camino ideal, asegura, sería imitar a países como Bolivia, donde no se permitió el ingreso de una conocida marca de hamburguesas por defender la comida autóctona del país.
Sin embargo, coincide con Bejarano en que sería difícil hacerlo y en que una opción es restringir los comerciales que invitan a la compra –como lo han hecho Uruguay y Chile–, además de apoyar hábitos de consumo de verduras y alimentos saludables.
El campanazo no parece en vano, si se tiene en cuenta que ya el 30 por ciento de los colombianos sufre de sobrepeso.
De hecho, el tema de los ultraprocesados ya es parte de un debate mundial, pues cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en el 2015 habrá 1.500 millones de personas en el planeta con obesidad, la cual está asociada a padecimientos como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y posiblemente síndrome metabólico (sobrepeso, aumento de colesterol y triglicéridos, así como presión arterial alta e hiperglicemia), entre otros problemas.
COLOMBIANOS TIENEN MALOS HÁBITOS
La última Encuesta Nacional de Situación Nutricional (2010) citada por la agencia de noticias UN indica que más del 15 % de los colombianos de 5 a 64 años consume a diario alimentos de paquete; 22,1 %, gaseosas, y 36,6% golosinas o dulces. En cambio, solo el 22 % come frutas enteras.
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