'El mundo es plano'. Esta frase, derivada del libro de Thomas Friedman, hace manifiesta una nueva realidad: el mundo se ha vuelto pequeño y conectado, y los viejos rivales y potenciales mercados que se veían alejados ahora están en la misma cuadra, compitiendo por los mismos clientes.
Pero la espada tiene dos filos, las plazas lejanas de Europa, Asia y Estados Unidos también se encuentran al alcance, siempre y cuando se logren cumplir algunos requisitos básicos dentro de los cuales la eficiencia, más allá de una cualidad, es una necesidad en los procesos de negocios, y es allí donde la tecnología entra a revolucionar el mundo.
Lo demuestran las estadísticas. Según Gartner, la inversión mundial en tecnología en el 2013 ascenderá a 3.766 millones de dólares, de los cuales, el 45% se enfoca a telecomunicaciones; 918 millones de dólares son invertidos en servicios y los 718 millones de dólares restantes están repartidos entre diversos dispositivos electrónicos como celulares, tabletas e impresoras.
A pesar de su enorme popularidad y volumen, la tecnología no es una moda ni un gasto.
Es una inversión, como lo es contratar a un ejecutivo brillante o traer nuevas máquinas a la empresa. Lo importante es destacar que no todos los avances son iguales y que no existe una solución única para todos.
La clave para saber cuál es la mejor para cada negocio es sencilla: asesorarse con los que saben.
Todos los grandes fabricantes de software, hardware y prestadores de servicios tienen gigantescas redes de socios de negocios que se encuentran divididos en categorías según su tamaño o nicho de mercado.
Existen diversas clasificaciones de esos socios: Platino, Oro, Plata y distribuidores de valor agregado repartidos en todo el país. Los hay expertos en minería, telecomunicaciones, retail, logística, agro y otros, que cuentan en su mayoría con certificaciones emitidas periódicamente por los fabricantes que garantizan que estas empresas siguen las mejores prácticas de calidad y políticas de mejoramiento continuo.
Pero sin importar la naturaleza del proyecto, es vital, antes de invertir, conocer cuáles son las verdaderas necesidades de cada compañía -que, incluso, muchas veces desconoce el mismo empresario- y luego elaborar, en conjunto, un plan de acción con fechas y metas concretas que involucren a todos, empleados, gerencia e implementadores.
NUEVOS PARADIGMAS Y TECNOLOGÍAS
Cada cierto tiempo, en todas las disciplinas, se producen grandes avances o tecnologías llamadas ‘disruptivas’ que transforman el panorama de los negocios.
Desde la máquina de vapor de James Watt, que produjo la revolución industrial del siglo XVIII, hasta las más recientes invenciones de los teléfonos celulares o el desarrollo de la red Internet; y ahora, los últimos vocablos tecnológicos hacen referencia de tendencias clave como la nube, la virtualización y el ‘Byod’ (movilidad).
La nube, por ejemplo, es una revolución que abarca no sólo la tecnología sino también el modelo de negocios y la forma de pagar por su uso.
La virtualización ha transformado los modelos de eficiencia en los computadores, permitiendo que una sola máquina haga la labor de varios equipos, cada uno con parámetros diferentes, reduciendo costos y permitiendo un mejor retorno de inversión.
Por su parte, ‘Byod’, una sigla cada vez más frecuente en estos días, obedece a las iniciales de ‘Bring Your Own Device’, o 'traiga su propio equipo', una tendencia que nació del apego de los ejecutivos por traer sus propias tablets o teléfonos a sus espacios de trabajo.
El Byod es también el reflejo de otra corriente, el negocio móvil, y poder llevar el potencial de su empresa, para hacer negocios, desde cualquier lugar y plataforma.
Un ejemplo claro de por qué invertir en tecnología nos lo da la historia.
Para la muestra a comienzos de los años 90, una empresa joven estadounidense llamada AOL pidió a un emporio gigantesco de medios llamado Time Warner que invirtiera en ella. Aconsejado por sus expertos, el gigante se negó a hacerlo. A finales el año 2000, AOL volvería para comprar este emporio de medios Time Warner, el mayor negocio IT de la historia conocido hasta la fecha, por 162 billones de dólares.
La tecnología es una inversión, no un gasto…