Cuando Carlos Humberto Santana Barragán (Autlán de Navarro, México, 1947) llegó a San Francisco acompañado de su familia en 1961, habían pasado solo tres años del primer gran éxito musical de la cultura latina en Estados Unidos.
‘La bamba’, un son jorocho que su compatriota mexicano Ritchie Valens, de nombre real Ricardo Valenzuela, había vestido de rock and roll.
Tras él, comenzarían a cobrar fama una primera generación de músicos latinos que abrazaban el ‘blues’ o, como lo llamaban entonces, “la música del norte”. Eran Eddie Palmieri, Manitas de Plata, Tito Puente... y, por supuesto, Carlos Santana.
“Hicimos una capirotada, una paella con todo lo que nos gustaba de África, que se llamó música tropical antes que salsa. La combinamos con eso y pegó de tal manera que afectó a los anglosajones, por ejemplo a los Rolling Stones, que empezaron a usar timbales y conga a partir de ese momento”, recuerda en una charla el propio Santana.
En 1969, aferrado a una guitarra Gibson SG, tocó en el Festival de Woodstock, un año antes de lograr su primer gran éxito con la canción ‘Oye cómo va’, compuesta por Tito Puente e incluida en su segundo álbum de estudio, ‘Abraxas’, uno de los más importantes de su larga y prolífica carrera.
Miembro del Salón de la Fama desde 1998, la revista Rolling Stone lo sitúa como el vigésimo mejor guitarrista de la historia en una lista con los 100 más grandes, encabezada por Jimi Hendrix. Si fuese por Prince, ocuparía una posición aún más alta, pues dijo que Santana supuso para él una influencia mayor que el mismísimo Hendrix y que, en su opinión, “toca más bonito”.
Ambos tienen en común haber tocado acertada e insistentemente en homenaje de la belleza de la esencia femenina. “Nada más hay una mujer, que se disfraza todos los días. Si complaces a una mujer, puedes complacerlas a todas. A todas les gusta que las adoremos como unas diosas”, opina Santana, autor de éxitos hipnóticos como ‘Black magic woman’ o ‘María María’.
El músico guarda más consejos para compartir. “Para ser un músico más que profesional, de los que se quedan, hay que ser como un torero, hacerse a un lado y capear, porque la creatividad es como un toro y hay que conseguir que los cuernos no te maten. Hay que tener confianza y respetar la frecuencia de la creatividad, no dejar que la mente estorbe”, afirma.
Tras casi 50 años de carrera, desde su debut en 1966 con la Santana Blues Band, asegura que el secreto para perdurar pasa por ser “un arquitecto de canciones que se queden fuera del tiempo y de la cabeza”.
Sus tesoros, en ese caso, se llaman por ejemplo ‘Smooth’ o ‘Corazón espinado’, dos de los éxitos del ya mítico álbum ‘Supernatural’ (1999), trufado de colaboraciones con estrellas como Maná, Eric Clapton o Lauryn Hill y distinguido con nueve premios Grammy, tres premios Grammy Latino, además de 15 discos de platino por sus ventas solo en Estados Unidos.
‘CORAZÓN’, SU NUEVO TRABAJO
Con su nueva producción ‘Corazón’, la cual se estrenará el 6 de mayo, Santana afirma que tiene buenas sensaciones.
Cuenta con colaboraciones de alto nivel, casi todas en español: Juanes, Gloria Estefan, Pitbull, Lila Downs, Niña Pastori... Con este lanzamiento lleva ya 37 discos de estudio.
EFE