La demanda de mayordomos, como los que atienden a la reina Isabel, se ha disparado.
Los servicios de los abnegados criados ingleses vuelven a estar de moda, sobre todo entre adineradas familias de China, Rusia y Oriente Medio.
Esta figura intrínsecamente británica vinculada a la alta aristocracia, vivía momentos de declive hasta que una nueva clase pudiente en países emergentes la ha vuelto a poner de moda.
Son muchos los ricos que requieren ahora sus servicios y pocos los mayordomos debidamente entrenados, por lo que los que tienen experiencia y prestigio pueden llegar a cobrar 185.000 euros al año.
“La gente con dinero en países como China busca lo que no tiene para conseguir prestigio.
Quieren impresionar a sus invitados y amigos con la etiqueta de un mayordomo inglés”, explica Sara Vestin Rahmani, directora de Bespoke Bureau, una agencia de formación y reclutamiento de personal de servicio de alto nivel.
La demanda de mayordomos de esta agencia, que ha colocado 350 en los últimos doce meses, se ha duplicado este año respecto al anterior y multiplicado por cuatro en comparación con el 2010.
Sus cursos, que se celebran cada tres meses, no tienen plazas libres hasta enero de 2014.
Vestin explica que los británicos carecen de dinero para mantener mayordomos, una figura que en el Reino Unido queda reducida a los hoteles de lujo y la realeza, pero numerosas familias de otros países que se mudan a Londres los quieren “desesperadamente”.
MEJORES OFERTAS
Muchos de los cotizados english butlers se trasladan a China y los países del Golfo, donde sus salarios se disparan.
Un mayordomo en el Reino Unido cobra entre 37.000 y 99.000 euros anuales, dependiendo de su experiencia. Afuera pueden llegar a cobrar hasta 185.000 euros, según Vestin.
La figura tradicional de mayordomo es la de un trabajador doméstico, generalmente un hombre, al cargo del servicio en una gran vivienda y especialmente de los salones, la bodega y la despensa.
“Los de hoy en día tienen que tener muchas habilidades que tenían los mayordomos del pasado, pero también ser personas adaptadas a las necesidades del mundo actual” explica Gary Williams, de la agencia International Butler Institute.
Este mayordomo retirado, que confiesa haber trabajado para la realeza, jefes de estado y famosos, ha visto incrementar la demanda en 25 por ciento en el último año, y además ha abierto tres oficinas en Asia para hacer frente a las peticiones.
Williams, quien ve ahora una línea muy delgada entre las labores de un mayordomo y la de un asistente personal, cree que sus principales cualidades deben ser la “flexibilidad, la dedicación, y, sobre todo, la capacidad de anticiparse a las necesidades de su jefe”.
Se calcula que en el Reino Unido puede haber más de 100.000 mayordomos que trabajan en hoteles, grandes mansiones, yates y compañías que organizan eventos de lujo.
“Trabajo en un yate privado y quiero aprender más sobre el servicio”, apunta Thomas Griffiths, de 21 años, y quien asiste a los cursos organizados por Bespoke Bureau.
APRENDER EL OFICIO
Los precios de los cursos para mayordomos que se dictan en Londres varían desde 800 libras (990 euros) hasta 5.000 libras (6.200 euros) y en ellos se alecciona en el diseño de arreglos florales, cuidado de la ropa o cómo organizar una fiesta.
“Nunca discutas con los señores. Siempre tienen razón, aunque la petición sea absurda”, aconseja Prem Rao, uno de los profesores, que viste con chaleco y corbatín inmaculadamente blancos.