La ropa de diseñador, los colegios especializados, la comida funcional y los spa para mascotas ya no son suficientes.
La nueva tendencia en el mercado colombiano es asegurar a los peludos de la casa, una práctica que cada día se aleja más de la extravagancia, para convertirse en algo común en todos los estratos socioeconómicos.
Por esta razón, diferentes compañías de esa rama han empezado a ampliar su oferta para incluirlos.
Así lo señala María Teresa Guinand, gerente comercial y de mercadeo de Corredores Colombianos de Seguros (Correcol), compañía que comercializa portafolios de varias aseguradoras en este ramo.
“El seguro de mascotas ha tomado más fuerza en el último año, la gente piensa en cubrirlas porque se convierten en otro miembro del hogar”, analizó.
Según explicó Guinand, cuando una persona quiere adquirir el servicio, existen dos posibilidades básicas para asegurar al perro o gato en cuestión, que dependen del valor comercial del animal.
En primer lugar, hay una modalidad “básica”, en la que si el animal cuesta menos de dos salarios mínimos se paga una prima de 258 mil pesos o 375 mil pesos, con los que se cubren gastos como el reembolso del valor de la mascota en caso de robo, su hospedaje en una residencia canina si su amo es hospitalizado, la responsabilidad civil en caso de daños a terceros, asistencia veterinaria en caso de enfermedad, sacrificio y servicios funerarios.
Cabe resaltar que la diferencia entre ambos planes está en los alcances y los montos asegurados que tiene cada uno.
La segunda modalidad se presenta cuando el costo del animal de compañía en el mercado local es mayor que dos salarios mínimos (por ejemplo, el caso de un perro de competencias, un ejemplar de reproducción o una raza exótica).
En esta ocasión, se hace una valoración con la compañía aseguradora para definir el valor de la prima y sus alcances.
En cuanto a los usuarios del servicio, Guinand asegura que hay de todas las clases sociales, aunque vale recalcar que es importante la capacidad adquisitiva que una persona tenga para hacer una inversión de este tipo.
“No siempre es una persona con muchos ingresos, pues estas no necesariamente lo ven como una prioridad. Depende mucho de la conciencia y el cariño que le tienen a su mascota”, complementó.
Un nicho que se expande
Aunque la venta de microseguros está en desarrollo (crecerá 17 por ciento este año según Correcol), el servicio para mascotas es apenas la punta de un alfiler en ese mercado e, incluso, en el de mascotas, que se desarrolla de manera acelerada a nivel global.
Henry Cortés, director de Funeravet, una funeraria especializada en animales que trabaja de la mano con cuatro compañías aseguradoras en la prestación del servicio a las mascotas objeto de las pólizas, dice que el negocio ha ido creciendo paulatinamente, aunque continúa siendo pequeño.
“A través de las aseguradoras nos llega solo el 5 por ciento del trabajo.
Nuestro mayor canal son las veterinarias”, dijo.
Sin embargo, el tema es tan prometedor, afirma, que ahora incluso compañías especializadas en proveer servicios exequiales para seres humanos han empezado a incluir a las mascotas en su portafolio de servicios, subcontratando a empresas como la suya.