Es uno de esos fenómenos del internet que cuesta creer. Consiste en filmar videos de personas abriendo nuevas compras. Más exactamente son las manos las que apareen en la pantalla destapando paquetes, cajas o bolsas con cosas acabadas de comprar.
Se llaman ‘videos destapando cajas’ - unboxing videos- y es un universo incomprensible al que entran millones de personas, sobre todo niños pequeños y que se ha convertido en un negocio prolífico.
Entre los productores de los miles de cortos videos caseros que están disponibles en las redes sociales, sobretodo en YouTube, una de las más famosas es una joven de 21 años que se dedica a destapar paquetes de juguetes de Disneylandia y que se ha bautizado ‘Disney Collector’ - Coleccionista de Disney-. Su popularidad es tal que el New York Times le dedicó un artículo y su video más conocido sacando pequeñas figuritas de las películas de Disney de los paquetes, ha tenido 92 millones de visitantes. Esa astronómica cantidad equivaldría a que cada niño de menos de cinco años en los Estados Unidos vió el video al menos cuatro veces.
Y eso es lo que ha ocurrido por increíble que parezca. Los videos de las manos de Disney Collector abriendo sobretodo pequeños paquetes mientras explica con acento sur americano y de manera sencilla y lenta lo que está haciendo, parecen tener un efecto de fascinación entre los niños y entre los padres de los niños. Tanto así que el canal de Disney Collector en YouTube fue el más visto en todo el país durante el mes de Julio.
Otro video abriendo unos moldes plásticos de colores en forma de letras para jugar con plastilina recibió 45 millones de visitantes. Una visibilidad que cualquier empresa envidia y que se traduce en ganancias.
Otro aspecto enervante del asunto es que entre los juguetes que más fascinan y atraen visitantes están unos pequeños huevos de plástico de colores que traen dentro figuritas también plásticas de valor insignificante. Sin duda Disney Collector es la más exitosa pero no está sola. El mundo de los ‘abre caja’ está cada vez más poblado y no solo con juguetes o cosas de poco valor.
Quienes estudian esas tendencias encontraron el precursor del fenómeno en 2005.
Es un video de unas manos abriendo el paquete de un teléfono celular Nokia. Es que los aparatos electrónicos son otra gran vertiente del género y hay videos de prácticamente cualquier gadget pero de preferencia los aparatos de lujo y los de tecnología más avanzada.
La otra línea de los más visitados son productos de moda de lujo de las marcas más costosas. Uno que también ha alcanzado millones de visitantes viene de Milán y muestra las manos de una mujer destapando el paquete que contiene un bolso de mujer de Louis Vuitton de un valor de 5,000 dólares.
La atracción de ese tipo de videos, según los expertos, está en la posibilidad de participar aunque sea vicariamente de la extravagancia de una compra que tan pocas personas pueden costear. El placer hedonístico de desatar las bellas cintas de seda que cierran la refinada bolsa, retirar los papeles crujientes que lo envuelven y luego la funda protectora para al fin tocar el cuero suave y lujoso como hace la nueva dueña e imaginar, como ella, todas las cosas buenas que vendrán en su vida con esa bolsa ridículamente cara. Es como comprar sin tener que pagar.Porque al final, el mundo no es mejor ni peor sin la bolsa.
Pero también hay exitosos abre cajas de cosas que no son de lujo ni electrónicas. Uno muy visitado es de unas manos de hombre abriendo un paquete de interiores.
El video se llama ‘Abriendo Mis Nuevos Pantaloncillos De Hannes, Paquete De Siete, Estilo 2252 En Alta Definición’ y va explicando que los compro en Wal-Mart por 9,99 dólares mientras destapa la bolsa plástica “no estaban en realización. Ahora voy a quitarles el sello con el precio.”
Todo ese proceso, dicen los que saben, hace parte del fenómeno conocido como “aspiracionalidad” que caracteriza estos tiempos mediáticos donde tanta de la experiencia humana se vive a través de computadores.
Pero también hay elementos psicológicos que tienen que ver con el placer innegable de abrir cosas nuevas, inclusive si se trata de algo tan pequeño como un tajalápiz (para quienes aún usan lápices).
Los videos destapa-cajas son parte de la cultura electrónica en la que se pueden agregar los cientos de videos de gente famosa y no famosa echándose baldes de agua helada para llamar la atención sobre la enfermedad de Lou Gehrig o la campaña de concientización sobre cáncer del seno con videos de mujeres sin maquillaje, los cuales han recolectado millones de dólares para esas causas.
Los analistas de YouTube calculan que Disney Collector podría estar haciendo entre 2 y 13 millones de dólares al año en publicidad. Nadie tiene las cifras exactas porque se trata de un negocio “casero”.
Cecilia Rodriguez
Especial para Portafolio