Solo hasta finales de la turbulenta década de los 60 los huilenses lograron uno de sus sueños más anhelados: contar con una universidad pública propia. Y ello fue posible gracias a una mezcla de movimientos sociales, estudiantiles, gremiales, culturales y líderes políticos que propiciaron la creación del Instituto Tecnológico Universitario Surcolombiano, Itusco, a través de la Ley 55 de 1968, cuya figura se modificó a Universidad Surcolombiana, USCO, con la Ley 13 de 1976 con estructura similar a la de la Universidad Nacional de Colombia. En las dos normas legales fue esencial el papel del entonces congresista Guillermo Plazas Alcid; durante quince años tanto Itusco como la USCO funcionaron también en Florencia, Caquetá, con una seccional que en 1982 se convirtió en la Universidad de la Amazonia.
El Itusco inició clases el 30 de marzo de 1970, con tres programas de Tecnología en Administración de Empresas, Administración Educativa y Contaduría Pública, con 305 alumnos y cuatro profesores de tiempo completo; hoy, 45 años después, la USCO ha graduado a más de 30 mil profesionales en 27 carreras de pregrado, 14 especializaciones, 10 maestrías y dos doctorados; imparte clases a 10 mil estudiantes anuales en promedio; nueve de sus programas tienen acreditación de “Alta Calidad” y desde hace cinco años trabajan en la llamada “Acreditación Insttucional” hacia la alta calidad para toda la Universidad, que hoy tienen 34 instituciones del país.
El rector Pedro Reyes Gaspar, médico y cirujano de profesión, electo hace seis meses, dice que la historia del Huila se divide en dos: antes de la Universidad Surcolombiana y después de ella; “la USCO ha jugado un papel preponderante en el desarrollo y crecimiento del departamento, la institución le ha aportado al Huila en la educación y formación de su talento humano del más alto nivel, creando una especie de nueva y estructurada clase media profesional, que ha contribuido no sólo a su posicionamiento sino que también ha sido fundamental en la generación de un gran sentido de pertenencia”.
La USCO ha cualificado al 70% de los docentes del magisterio huilense, lo que nos permite deducir que casi todo el personal es Licenciado, cuando antes de la Universidad sólo había, aproximadamente, un 2% en las escuelas y colegios del Huila".
Reyes Gaspar destaca dos aspectos cruciales en la vida de la USCO: la creación del Programa de Medicina como aporte sustancial a las necesidades científicas y de atención en salud para todo el sur del país, especialmente Caquetá, Putumayo, Amazonas y Huila, logrando transformar al viejo Hospital de Neiva en Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo. Y la expansión de sus salones de clase con seccionales en Pitalito, Garzón y La Plata; “con ello la presencia de la universidad se siente en todos los rincones del Huila; la mayoría de los nuevos bachilleres de cualquiera de los 37 municipios del departamento busca un cupo en la USCO antes de pensar en otros centros privados de la región o de fuera”.
Como universidad pública, del grueso de su presupuesto, de 100 mil millones de pesos para este año, apenas el 8% es producto de las matrículas.
En su plan para los próximos 4 años, la USCO espera ampliar su oferta académica en 10 carreras de pregrado, incluyendo una de Tecnología en Cafés Especiales para potenciar el enorme crecimiento del Huila como líder nacional del grano. “Igualmente, proyectamos siete nuevas maestrías y un doctorado en ciencias de la salud”, dice el Rector. Y para celebrar por lo alto estos 45 años, esperan que el Ministerio de Educación los apoye vinculando a 20 docentes con formación doctoral quienes, en conjunto con los 37 doctores con que ya cuenta, y demás personal cualificado, se potenciará el trabajo académico para concretar la acreditación institucional de alta calidad y consolidarse como el alma máter de los opitas.
Melquisedec Torres
Especial para Portafolio