Lucir un traje hecho a la medida es, definitivamente, más costoso que vestir uno común y corriente.
Sin embargo, la calidad del mismo y la posibilidad de tener una prenda única son suficientes para que algunas personas se decidan a pasar por el inexorable metro del sastre.
“Un traje hecho a la medida puede costar entre 15 y 20 por ciento más que uno en una tienda”, explica Federico Castiglioni, vocero de Ermenegildo Zegna, la reconocida marca italiana de ropa que ofrece prendas ‘su misura’ (confeccionadas según cada cliente) en Colombia.
El proceso que conlleva su elaboración explica, en parte, por qué sus precios son más elevados que los convencionales.
Lo primero que se hace es escoger el tejido, luego viene la toma de medidas, que es un paso crucial.
En Zegna, los sastres encargados de esta labor reciben un curso de formación especial para cuidar cada detalle al milímetro. Una vez están listas las medidas, se introducen en un computador que diseña el patrón inicial del traje.
“El equipo simula y optimiza las operaciones de corte, para que la máquina efectúe su trabajo con la mayor precisión y cuidado, incluso con los tejidos más delicados”, asegura Castiglioni.
Acto seguido, se comprueba cada parte del traje y se adjunta con su forro para enviarlo al proceso de montaje.
“En esta fase, sin embargo, el computador no puede compararse con los artesanos experimentados de Zegna que conocen a la perfección cada tejido”, explica Federico Castiglioni.
AL PIE
Además de vestidos, los clientes también pueden lucir zapatos hechos a su medida. La marca italiana Santoni, que llega al país de la mano de Le Collezioni, ofrece este servicio.
El proceso de creación es similar al de los trajes: se toman las medidas y se escogen modelo, material (becerro, cocodrilo o avestruz, por ejemplo) y manera de construcción.
Santoni ofrece la posibilidad de usar la técnica ‘pátina’, la “cual consta de varios procesos de pintado en los que se utilizan hasta 15 manos de pintura, y que hace que, aunque un modelo sea igual a otro, nunca van a estar exactamente pintados”, explica el artesano italiano Francesco de Santis.
Uno par de zapatos hechos a la medida puede llegar a costar desde 4,5 millones de pesos, si son hechos en piel de becerro, y hasta los 17 millones si son en cocodrilo.
ASIA Y EUROPA, LOS MERCADOS EN LOS QUE ESTAS PRENDAS TIENEN MÁS ACOGIDA
Juan Camilo Palacios, gerente de producto de Le Collezioni, explica cuáles son los mercados más fértiles para las prendas hechas a la medida: “Asia, por el gran crecimiento que ha tenido, y los muy diferentes gustos que pueda llegar a tener un cliente con otro. Europa, a pesar de la crisis, es un mercado que valora y sabe la riqueza que traen los productos desde su historia y su fabricación, por esto tiene un mercado constante”. Señala que en América Latina, y específicamente en Colombia, “la gente empieza a valorar este tipo de productos”.