El más reciente foro ‘Económica-mente hablando’, organizado por el Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir, EL TIEMPO y Portafolio, abordó el tema ‘Perspectivas Económicas 2022: Entorno macroeconómico y empresarial en Colombia’, con la participación de los expertos economistas Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi); Anwar Rodríguez Chehade, vicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) y Leonardo Mila, gerente de Estrategia en Porvenir, bajo la moderación de Francisco Miranda, director de Portafolio.
Teniendo en cuenta que se avecina el inicio de un nuevo gobierno en Colombia, este conversatorio abordó su análisis desde dos miradas: por un lado, el entorno macroeconómico (nacional y global) y, por el otro, el empresarial.
En materia internacional y de los efectos en el país, Leonardo Mila aseguró que en los últimos tres años se han presentado distintos eventos que sin duda han causado impactos económicos mundiales –con repercusiones en Colombia– como la pandemia, el conflicto entre Rusia y Ucrania, y todo en un contexto de inflación muy alto.
“Tras el cierre de la economía con la emergencia sanitaria global, los bancos centrales entraron a inyectar grandes cantidades de liquidez, bajaron sus tasas de referencia y los gobiernos implementaron política fiscal muy expansiva, aumentando los niveles de gasto a límites que no se habían visto antes, para tratar de mitigar el impacto de esos cierres generados por la pandemia”, explicó el Gerente de Estrategia de Porvenir.
Con el inicio de la reapertura, según este experto, había una demanda contenida, pues luego de un año de quietud había ahorro en hogares y en empresas, más las medidas adoptadas por los organismos oficiales, lo que se tradujo en una solicitud muy fuerte de productos, bienes, servicios, insumos industriales, tecnológicos, etcétera, pero las compañías no alcanzaron a seguir ese ritmo, lo que ayudó a un aumento de la inflación.
“Cuando ya estábamos en el proceso de reconstrucción de las cadenas productivas y China hacía lo propio con la producción de esos insumos para sectores como el automotor y de tecnología, surge esta guerra entre Rusia y Ucrania. Esto, aparte del terrible costo humanitario, ha generado unas distorsiones adicionales a los procesos productivos en el contexto global como en la misma demanda, ya que al haber restricciones de oferta o entrega de productos bienes básicos energéticos (commodities) desde Rusia a Europa y el resto del mundo –país del que muchas naciones tienen alta dependencia en materia de gas y petróleo–, se presentaron dificultades en el suministro de estos recursos esenciales, sumado al de los alimentos que produce Ucrania”, precisó Mila.
Lo anterior, según expresó, tiene a los bancos centrales del mundo en el dilema de, por una parte, contener la inflación de demanda que venía desde antes, a la que se le añade la inflación por la oferta ocasionada por el conflicto, y con un elemento adicional y es que el mundo después de esa gran recuperación pospandemia aceleró su paso por las distintas fases del ciclo económico, al salir de la recesión y alcanzar su expansión, y en este momento está es una etapa de desaceleración económica y, por ende, previsiones de crecimiento menores, pero con una inflación que no cede, lo que lleva a las autoridades monetarias a esa disyuntiva de qué atender primero.
“En ese panorama internacional, en Colombia tenemos una situación relativamente favorable, crecimos el año pasado 10,6 por ciento y se proyecta para este año un crecimiento por encima del 6 por ciento, con un primer trimestre muy bueno (8,5%). En 2022 vamos a tener un año con dos semestres muy diferenciados: el primero con un crecimiento muy fuerte (probablemente arriba del 9%), con un segundo más débil, porque tiene unos efectos base versus 2021 difíciles de superar, por lo que se estima un aumento de apenas el 3 por ciento, pero es un contexto positivo para el país”, anotó el directivo.
Un desafío no común
Al respecto, el Presidente de la Andi coincidió en señalar que el caso colombiano es muy especial, no solo por ser una de las pocas economías que están creciendo en la actualidad y a niveles altísimos, por lo menos durante los últimos meses, sino por lo que debe afrontar.
“Ese panorama mundial nos afecta mucho más de lo que nosotros hemos estados históricamente acostumbrados, pues al tener que enfrentar una inflación que es sobre todo internacional ha dejado un poco fuera de base a las autoridades y estrategas económicos del país, porque la forma en la que normalmente se han enfrentado estos fenómenos era distinta. Por mucho que subamos las tasas de interés no vamos a ser capaces de compensar realmente el efecto de precios internacionales, sin que eso signifique que las medidas adoptadas no sean las correctas”, analizó Mac Master.
Con esa coyuntura tan particular, considera que con la apuesta del banco central no habría un efecto sobre la inflación, pero sí frente al flujo de capitales, lo que tiene una repercusión indirecta en la inflación por la vía de la tasa de cambio, lo cual es muy valioso.
“Acá se suma lo que todos tenemos en la mente y es lo que sucederá con el nuevo gobierno, con respecto a los comentarios que ha venido haciendo sobre la economía colombiana y que eventualmente podrían generar algunas inquietudes acerca de muchos de los sectores, pero yo diría que esas opiniones se han venido matizando y moderando. Él entendió que su posición más radical no iba a conducirlo a llegar a la Presidencia de la República, razón por la cual trata de construir esa coalición con otros partidos que tienen un componente ideológico en lo económico mucho más moderado, y él entiende que es –de alguna forma– un Presidente de coalición, algo que se puede evidenciar en el nombramiento de José Antonio Ocampo como Ministro de Hacienda”, subraya el directivo de la Andi.
Por su parte, con respecto a las perspectivas del Centro de Estudios Económicos de Anif, Anwar Rodríguez aseguró que los análisis del Dane y de los economistas es que efectivamente el 2022 va a ser un año muy bueno, puesto que en los primeros cinco meses se han registrado crecimientos a tasas superiores al 10 por ciento, apalancado en una demanda interna sólida y en un consumo de los hogares que viene creciendo por encima de los dos dígitos (cercano al 12%), con un gobierno que aún sigue desplegando algunos de los programas y proyectos que se trabajaron en el proceso de reactivación de la economía, lo que permite proyectar un año bueno, más en el primer semestre, y con un segundo más moderado.
“No podemos desconocer que esa situación de un año bueno se debe ver con otros ojos, porque ahí vienen todos estos temas de riesgos derivados de factores externos (la potencial desaceleración de las principales economías en Europa y los Estados Unidos, lo que implicará ajustes tanto en los programas de liquidez que se habían desplegado durante la pandemia y que ya se empiezan a recoger, incrementos en las tasas de interés, los propios inversionistas buscando refugiarse en unos activos más seguros y por eso las principales economías y monedas emergentes se han visto afectadas. Eso será un gran componente de lo que tendrá que tener en cuenta no solo el Gobierno Nacional sino nosotros como sector privado y analistas para lo que viene de este 2022”, puntualizó Rodríguez Chehade.
Adicionalmente se vienen decisiones muy importantes en el Congreso, como la definición del presupuesto del 2023, la reforma tributaria y del Plan Nacional de Desarrollo, las cuales definirán cómo se va a seguir trabajando a lo largo del próximo cuatrenio.
El conversatorio moderado por Francisco Miranda culminó con las recomendaciones de Leonardo Mila a los ahorradores de Porvenir, en el sentido de que frente al comportamiento del dólar, con sus máximos históricos, este funcionará muy bien como un activo diversificador dentro de los portafolios y como un activo protectivo ante eventuales situaciones de incertidumbre que se pueden registrar hacia adelante.
“En otros activos interesantes, la renta variable internacional ha tenido caídas importantes desde comienzos de año y se ha profundizado con la guerra entre Rusia y Ucrania y probablemente tenemos que esperar un poco más para ver una recuperación sostenida de esa renta variable global y que los bancos centrales terminen de subir sus tasas de interés y de retirar la liquidez para ver cuál va a ser el balance final en la economía y luego así su recuperación”, afirmó Mila.
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