El sector legal de Colombia tuvo con la pandemia un momento de inflexión en el que las herramientas tecnológicas fueron decisivas para seguir llevando a cabo su labor de manera eficiente y oportuna. Por eso, firmas como Duarte García Abogados SAS (DG&A-Abogados) adoptaron soluciones y medidas que les permitieron responder a los requerimientos jurídicos de sus clientes con el mismo compromiso de siempre.
Esta empresa, cuyo propósito es prestar un servicio legal caracterizado por la excelencia, cuenta con siete áreas de práctica:
• Derecho corporativo.
• Derecho comercial.
• Derecho laboral, seguridad social y migratorio.
• Departamento de litigios.
• Derecho administrativo, constitucional, disciplinario y fiscal.
• Comercio exterior y aduanas.
• Derecho minero y petrolero.
Además, y dado el alcance de su labor, DG&A-Abogados se ha convertido en promotora de inversión extranjera, ya que a través de la firma llegan a Colombia diversas multinacionales que quieren establecer su operación en el país, para lo cual les brinda el acompañamiento necesario en todo el proceso hasta que hagan realidad sus proyectos de negocio en el mercado nacional.
Considerando que su accionar tiene un importante impacto tanto en el terreno de lo legal como en lo empresarial, la coyuntura de 2020 significó para esta firma un gran cambio en la manera de hacer las cosas y de trabajar.
“En general, el sector legal se vio favorecido por la digitalización de la justicia. En medio de la pandemia, y como parte de los decretos legislativos expedidos por el Gobierno para contrarrestar la crisis provocada por la Covid-19, se expidió el Decreto 806 de 2020, que permitió implementar herramientas tecnológicas en el trabajo diario de los abogados, en particular en lo relacionado con litigios”, señala María del Rosario Gómez Jaramillo, socia directora general de DG&A Abogados.
Esa norma, que funcionó muy bien y permitió el trabajo remoto de los abogados en procesos judiciales, se integró definitivamente a nuestra legislación con la expedición de la Ley 2213 de 2022, que pretende agilizar los procesos mediante el uso de diversas tecnologías, junto con una mayor transparencia.
“Lo que dichas normas permitieron fue avanzar en la credibilidad y la buena fe con respecto al manejo de los procesos, permitiendo que documentos, como los poderes se presuman auténticos solamente con la firma, sin necesidad de firma manuscrita o digital, con la sola antefirma, sin que se requerira de ninguna presentación personal o reconocimiento l”, explica la abogada.
El avance impulsado por estas normas hace posible, entre otras ventajas, un acceso inmediato a todas las piezas procesales que se generan por las partes y de aquellas que expiden los jueces en el manejo de un litigio en particular.
“La digitalización del sistema también facilita la vigilancia judicial, porque mediante los micrositios de los juzgados o del sistema TYBA se puede acceder al proceso de interés, sin necesidad de desplazarse a los despachos, lo que nos permite destinar inversiones dirigidas al bienestar de nuestras personas y seguir demostrando responsabilidad con el trabajo legal de cada día”, manifiesta la socia directora general de DG&A Abogados.
Tecnología con margen de mejora
Por otra parte, los clientes de la firma pueden comparecer virtualmente en las audiencias, disponer de información oportuna y adecuada del litigio, tener una mayor participación en el proceso y contar con una mayor transparencia y agilidad en la resolución del conflicto del que son parte interesada.
“Las herramientas digitales aplicadas al sector legal del país ha permitido reducir la formalidad y contar con un análisis más profundo de cada materia objeto del proceso”, dice María del Rosario Gómez Jaramillo.
Sin embargo, para ella siguen existiendo aspectos que aún tienen un gran margen de mejora, como la estandarización del procedimiento y la capacitación que se debe dar a los jueces que no hacen uso pleno de esas innovaciones.
La abogada afirma al respecto que “muchos no usan plenamente el sistema TYBA, una plataforma en la que los juzgados pueden manejar todos los archivos del proceso, con miras a contar con un expediente digital. Si lo usáramos mejor, muy seguramente podríamos contribuir de mejor manera a la transparencia y la agilidad del sistema legal”.
Por el bienestar de los abogados
Con respecto a su estructura interna, y debido a los sistemas tecnológicos que la firma había adoptado antes de la crisis sanitaria global, DG&A-Abogados se pudo adecuar rápidamente al trabajo remoto.
“En la medida en que se ha retomado la normalidad hemos decidido adoptar un modelo híbrido. En ocasiones algunos equipos se reúnen presencialmente con el fin de alinear estrategias y definir líneas de trabajo para ciertos casos, pero la gran mayoría de nuestros abogados labora desde sus hogares”, comenta la socia directora general.
Eso también supone, en materia ambiental, importantes beneficios que se derivan de los ahorros por la reducción de emisión de gases efecto invernadero al reducir el uso de traslados en en carro y en avío, además de la disminución en el consumo de papel, toda vez que la impresión, que se ha visto reemplazada por la digitalización de documentos..
Así mismo, conlleva una mejor calidad de vida para los colaboradores de la firma, quienes evitan desplazamientos innecesarios y mal uso del tiempo en el transporte, tiempo que puede ser empleado en compartir en familia, el descanso, o el esparcimiento.
María del Rosario Gómez Jaramillo concluye: “La rama judicial de Colombia ha avanzado mucho desde 2020, recomiendo no retroceder, ni volver a hacer las cosas como antes. Aunque el contacto personal tiene unos beneficios, no deberíamos dejar de aprovechar las ventajas que nos ofrecen las herramientas digitales. En mi concepto, no se justifica volver a un trabajo totalmente presencial”.
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