El Ejército Nacional de Colombia no solo es reconocido por su capacidad militar, sino por tener claro que su prioridad es servir a los colombianos. Por eso, hace dos años, se creó la Unidad de Acción Integral como una estrategia no armada para acompañar la labor de la institución.
La Unidad tiene como objetivo generar impacto social en las zonas más alejadas del país, las cuales se caracterizan por carecer de oferta institucional y, algunas de ellas, por haber sido escenarios del conflicto armado.
Con el propósito de generar ese impacto positivo donde sea más necesario, el Ejército Nacional ha caracterizado los territorios según tres factores del conflicto: económico, armado y social.
Los resultados de esta caracterización indican que en el país existen áreas de atención prioritaria a intervenir, no solo en lo militar sino también en lo social: Cauca, Nariño, Catatumbo, Chocó, Urabá, Arauca, Putumayo, Meta, Guaviare, Vichada, Guajira y Cesar.
El objetivo principal ahora es intervenir los territorios desde lo civil para generar mejores condiciones para las poblaciones, mediante la articulación y la coordinación con instituciones del Estado y la empresa privada. Esto con el propósito de desarrollar actividades de acción integral, trabajo social con las comunidades, acompañamiento a proyectos productivos, realización de ruedas de negocios, jornadas de salud y apoyo al desarrollo, así como el mejoramiento de vías, puentes y escuelas para consolidar territorios seguros.
Mi vereda modelo, un ejemplo a seguir
Una muestra de todo lo anterior es el programa Mi vereda modelo, Fe en Colombia, del Comando de Acción Integral y Desarrollo del Ejército. Este programa, en palabras del teniente coronel Fernando Antonio Díaz, “es un ejercicio de acción unificada donde nosotros como, Ejército Nacional, articulamos la presencia de autoridades municipales y departamentales, instituciones del Estado, empresa privada y organizaciones interesadas en temas sociales, para trabajar en beneficio de una comunidad”.
Uno de los lugares en los que este programa ha tenido una importante incidencia es en la vereda Cuesta Rica, ubicada en el municipio de Rionegro, Santander.
Se trata de una zona que fue afectada por la guerra. Por eso, los habitantes del lugar consideran que el programa del Ejército partió en dos la historia de Cuesta Rica.
“En esta vereda ocurrió esa triste historia que uno no quisiera recordar, la de aquellas épocas de violencia tan duras que se ensañaron con Cuesta Rica… hasta que vino esa segunda parte de la historia, cuando hace seis meses, nuestro glorioso Ejército Nacional nos trajo el programa piloto de Mi vereda modelo”, anota Jairo Mantilla Vargas, líder comunal de Cuesta Rica, Santander.
Con este programa, Cuesta Rica ha empezado a transformarse de la mano de la comunidad y las instituciones. Lo más importante de todo es que son los propios habitantes de la vereda los que se encargan de encontrar soluciones y trabajar por ellas, con el apoyo del Ejército y de los distintos actores que este logra articular.
“Mi vereda modelo lo que hace es enseñar a pescar. Por ejemplo, la misma comunidad es la que hace mingas para el mantenimiento de las vías y fueron las mismas personas las que pintaron sus casas tras ser capacitadas por los soldados ingenieros militares. Aquí no estamos dando nada gratis, la misma comunidad participa para obtener sus beneficios”, apunta el brigadier general Óscar Rey.
Hasta el momento, la Unidad de Atención Integral cuenta con 7.000 beneficiarios, ha trabajado con 63 actores gubernamentales y privados, y ha canalizado aproximadamente 12 mil millones de pesos. Por todo esto, Colsubsidio reconoce la labor del Ejército Nacional, que demuestra que Xposible construir progreso y desarrollo en las regiones a través del trabajo articulado con la comunidad y las instituciones. Conoce más de este proyecto www.xposible.com/empresas-reconocidas/ejercito-nacional/
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