Tradicionalmente el éxito empresarial se medía solo desde la rentabilidad financiera, pero los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad -como la desigualdad social o la crisis medioambiental- han llevado a las compañías a modificar este paradigma, adoptando un gran sentido de compromiso para dar solución a estas problemáticas a través de sus modelos de negocios.
Fue así como se creó en el mundo el concepto de empresas B, cuyo objetivo además de alcanzar un rédito económico, es generar un cambio positivo a nivel social y medioambiental desde las acciones propias que cada firma realiza día a día.
Camilo Ramírez, director ejecutivo de Sistema B, explica que las empresas B certificadas son “un híbrido entre el sector privado, es decir, una empresa tradicional que tiene capacidad de innovar, de recibir inversión, de llegar a nuevos mercados, etc; y del otro lado están las fundaciones y las ONG’s. Una empresa B tiene los dos mundos, existe el propósito y el corazón de una ONG y al mismo tiempo, la fuerza que tiene el sector privado y la posibilidad de mitigar estos impacto sociales y ambientales a través del mercado”.
Estas empresas tienen cuatro características fundamentales que son: propósito; cambio de estatutos para la protección de su misión como empresa, es decir, para que sus futuras generaciones se sumen al propósito social ambiental, incluyendo la ampliación de la responsabilidad fiduciaria; certificación a través de la evaluación B, cuya herramienta gratuita se tramita a través del Sistema B; y por último la declaración de interdependencia.
Sistema B
Precisamente, gracias a esta nueva filosofía de negocios en beneficio de las sociedades, nació la organización sin fines de lucro, Sistema B, con presencia a nivel mundial. Su misión es promover una economía sustentable y redefinir el sentido del éxito en los negocios, otorgando la certificación de empresa B a quienes cumplan con los requerimientos.
“Buscamos superar la situación de desconfianza que tienen las personas sobre las instituciones, superar los desafíos ambientales y los problemas de desigualdad por medio del cambio en la ética de los negocios. Las empresas son dos tercios del PIB global. Creemos que a través del sector privado que se pueden cambiar estos desafíos”, puntualiza Ramírez.
Asimismo, el director detalla que Sistema B trabaja desde varios frentes: El de trabajo, para encontrar las empresas B y promover que se certifiquen; el de grandes actores, el de inversionistas B, la academia B, la comunidad de opinión; y el frente de política pública.
Ahora bien, para iniciar la certificación, las empresas deben comenzar el proceso realizando la evaluación de impacto B y alcanzar como mínimo 80 puntos para ser elegible; posteriormente deben enviar los resultados de la evaluación para que sean revisados por el equipo de B Lab. Luego, deben enviar la documentación que soporte las respuestas que han enviado previamente, para luego ser revisadas. Finalmente, deben adaptarse al lenguaje legal, es decir, cambiar los estatutos para considerar a todos los grupos de interés, y por último, firmar la hoja de términos y cancelar la factura de certificación anual.
Conozca más
Este próximo 1 de diciembre, Colombia tendrá la oportunidad de vivir el primer foro virtual de empresas B. En este espacio participarán firmas nacionales que contarán su experiencia. El objetivo del encuentro es que las personas comprendan la importancia de las empresas B y decidan apoyarlas; y que los empresarios decidan certificarse.
“Vamos a hablar de los modelos de impacto que tienen esas empresas, de la resiliencia en momentos de crisis y cómo el ecosistema B está aportando a la reactivación económica de una forma sostenible, y ampliaremos sobre qué es la Ley Bic”, detalla Camilo Ramírez.
Sistema B existe desde hace 15 años en Estados Unidos y desde hace 10 años llegó a Latinoamérica. En Colombia, tienen presencia desde hace 7 años, periodo en el que 72 empresas han sido certificadas en diferentes sectores, con más de 52 mil empleos directos que en ventas representa más de mil millones de dólares, según datos entregados por el director ejecutivo.