Desde el año 2014 la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Embajada de Canadá diseñaron y propusieron al Ministerio de Agricultura, los pequeños productores, las autoridades locales y la empresa privada, el Proyecto de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET) para ayudar a cerrar las brechas sociales y económicas de las poblaciones más vulnerables del campo colombiano y fortalecer las capacidades de las entidades territoriales del país.
El éxito del proyecto se basó en la acertada definición de los perfiles territoriales una vez se identificaron las necesidades más apremiantes en las zonas intervenidas, para luego cofinanciar conjuntamente -entre el Proyecto DRET, las entidades territoriales, la empresa privada y las organizaciones de pequeños productores- las intervenciones integrales.
De esta forma, 10.126 familias campesinas se beneficiaron con más de $50.000 millones en acceso a bienes y servicios, asistencia técnica especializada, transferencia de paquetes tecnológicos y entrega de insumos para su trabajo diario, priorizando a 85 organizaciones productivas en las agrocadenas de café, cacao, granadilla, aguacate, plátano, uchuva, artesanías y ganadería de leche.
“El DRET puede ser replicado en cualquier territorio alrededor del país, incluyendo aquellos municipios que se encuentran ubicados en zonas de frontera. Se trata de un modelo que promueve la estabilización, el desarrollo económico y puede acompañar los esfuerzos liderados por las autoridades del nivel nacional y territorial, en materia de integración de la población migrante y de las comunidades rurales de acogida”, sostiene Ana Durán Salvatierra, jefe de Misión OIM Colombia.
Cierre de brechas
Durante 24 meses, el Proyecto DRET enfocó todos sus esfuerzos en capacitar y fortalecer a los agricultores en temas socio-empresariales y productivos, buscando mejorar su competitividad en Colombia y hacer posible su participación en mercados nacionales e internacionales. Se abordó entre otros temas, la importancia del manejo adecuado de los cultivos, la producción limpia, los procesos de cosecha y pos cosecha y la adaptación al cambio climático.
Como resultado del fortalecimiento permanente a los productores, se logró el mejoramiento en la calidad y el aumento de los volúmenes de producción en todas las agrocadenas -por encima del 15%- y se fomentó la participación en ruedas de negocio y ferias a nivel regional y nacional. Así mismo, fueron promovidas 146 alianzas comerciales entre las organizaciones campesinas y compradores del sector privado, incluyendo nuevas exportaciones de productos como la granadilla y el aguacate.
Lo anterior generó estabilidad en la economía de los pequeños productores de Cauca y Nariño, en donde 1.583 familias aumentaron sus ingresos en más de un 30%, otras 1.026 los elevaron en más de un 100% y 2.080 de las 4.070 familias beneficiadas lograron superar la línea de pobreza monetaria, sin contar a las 6.056 familias que, como resultado del Proyecto DRET, accedieron a bienes y servicios.
Dicha oferta estuvo enfocada principalmente en optimizar el acceso a la energía eléctrica, mejorar el programa institucional de educación básica y media, promover el ingreso a la educación técnica, adecuar la infraestructura de las plantas de tratamiento de agua potable y formalizar la propiedad rural, entre otras acciones, que beneficiaron a 6.056 personas, de las cuales el 46% son mujeres y el 34% son personas pertenecientes a comunidades étnicas.
Adicionalmente, como estrategia transversal se consolidaron y garantizaron iniciativas de empoderamiento y participación de la mujer rural en espacios institucionales y locales, permitiendo cambios significativos en cuanto a masculinidades corresponsables por parte de los hombres productores, junto con un reconocimiento de la importancia de redistribuir el trabajo doméstico y de cuidados, de parte de toda la comunidad.
Al respecto, Yudy Liliana Gutiérrez Santiago, gerente aprendiz de la región Cauca Centro, manifiesta que “el rol de la mujer ha cambiado bastante, ha sido de gran importancia dentro de las organizaciones porque ahora tenemos la oportunidad como mujeres, de liderar procesos, hacer parte de comités, integrar las juntas directivas y tomar decisiones. Esto ha sido un avance muy importante".
Por otro lado, fueron creados 85 fondos rotatorios y siete de comercialización para mejorar la competitividad y sostenibilidad de las organizaciones, funcionando como mecanismos micro financieros que permiten a las asociaciones el manejo de recursos propios de manera segura, eficiente y rentable, a través de un modelo sencillo y operable.
Una iniciativa perdurable
Para fomentar la sostenibilidad de la iniciativa en las regiones intervenidas, la OIM y la Embajada de Canadá trabajaron siempre en constante articulación con las autoridades locales y regionales, ofreciendo asistencia técnica para fortalecer sus capacidades, respaldando la territorialización de las políticas públicas y acercando la oferta estatal a estas zonas del país.
De igual forma, el DRET cuenta con la sistematización de toda su intervención en una Caja de Herramientas que presenta de manera organizada, modular y articulada, documentos guía e instrumentos donde se recogen los aprendizajes, enfoques y estrategias utilizadas para la implementación del proyecto. El objetivo es contar con una estrategia para facilitar escalar de forma más eficiente la iniciativa en otras regiones del país, optimizando esfuerzos, recursos financieros, técnicos y de tiempo.
La Caja de Herramientas se divide en seis componentes: Formulación de objetivos y metas, Focalización y caracterización, Fortalecimiento de organizaciones de productores, Fortalecimiento institucional, Estructuración de intervenciones integrales y Seguimiento y control.
A su vez, los 28 instrumentos que conforman cada componente hacen posible la construcción y adopción de una visión compartida y multisectorial, con intervenciones integrales que combinan la acción coordinada de diversas instituciones para lograr la transformación económica y social de un territorio, asegurando la concurrencia oportuna de los recursos de inversión que se requieren para su ejecución.
“A través del proyecto DRET, Canadá apoya un modelo de desarrollo rural que es integral, inclusivo y colaborativo, en el que la equidad de género y la participación de todos los actores se constituyen en la fórmula para generar prosperidad y desarrollo sostenibles”, confirma Craig Kowalik, director de Cooperación de Canadá en Colombia
En últimas, el Proyecto de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET) enaltece dos principios fundamentales de la administración pública y de la gerencia: lograr la concurrencia y complementariedad de recursos, además de demostrar cómo es posible hacer avanzar el desarrollo rural de un país, beneficiando a miles de pequeños productores, alejándolos de prácticas asistencialistas y convirtiéndolos en sujetos de su propio desarrollo, que ven en los gobiernos a un aliado para avanzar en la construcción de territorios sostenibles que conviven en paz.
Enfoque territorial
El DRET se sustenta en tres líneas que buscan reducir las brechas y estimular el crecimiento sostenible e incluyente de las poblaciones rurales vulnerables, promoviendo mayor participación de las mujeres y los jóvenes mediante:
1) Proyectos insignia que incluyen acciones guiadas para el mejoramiento de la productividad y los ingresos en el sector rural nacional.
2) Acceso de los grupos rurales vulnerables a bienes y servicios existentes del Gobierno Nacional para fomentar el desarrollo rural integral.
3) Fortalecimiento del sector público orientado a aumentar la adopción del enfoque territorial por parte de los gobiernos locales.
Innovación rural
La estrategia del DRET apoya la consolidación de empresarios rurales desde lo productivo, comercial y social, implementando actividades con valor agregado, de formación y procesos de innovación, para conquistar mercados formales y mejor remunerados. Es a través del fomento de la visión empresarial, la autogestión y la gobernabilidad, que se facilitan desde su gestación, pasando por la consolidación, hasta su sostenibilidad, ejecutando recursos de socios financiadores bajo criterios técnicos y aportando a la transformación económica, institucional y social de los territorios.
Como parte de la estrategia de integralidad, 1.342 familias fueron beneficiadas con la formalización de sus predios, de las cuales el 53% son de mujeres campesinas.
*Datos de contacto: Juan Miguel Álvarez C. - Coordinador Migración y Ruralidad - E mail: Jualvarez@iom.int