La Internet ha sido uno de los habilitadores claves de la globalización y de la internacionalización de los negocios, congregando a cerca de 4.57 miles de millones de usuarios, según Statista. Esto representa casi el 59% de la población mundial.
Aunque el Día Mundial de la Internet se celebra desde hace 15 años, su concepto nació en la década del 60 cuando expertos empezaron a hablar de “redes intergalácticas”, hasta llegar a una denominación más moderna en los 90, con “Internet”. Desde entonces, dos de los aspectos que nos han permitido explorar la Internet son la nube y los datos, impulsándonos hacia una transformación digital sin precedentes.
Según Raconteur, experta en investigación, la información acumulada en el mundo digital para finales de 2020 superará los 44 zettabytes, en comparación con los 4.4 zettabytes generados en 2019. La información inunda ahora los canales digitales y, según la firma, para 2025 habrá 463 exabytes de datos en el universo virtual.
El tránsito inexorable de la información hacia la nube ha sido un reto para muchas empresas, y ha representado una oportunidad única de entender la compleja dinámica del mercado para tomar decisiones de negocio. Son tres escenarios que los expertos han identificado para ser competitivos en escenarios de nube.
El primero, descentralizar los procesos para garantizar una mejor operación mediante aplicaciones en la nube. Para esto, los sistemas de ERP (Enterprise Resource Planning) se han convertido en la columna vertebral de muchas organizaciones al permitir una continuidad en la operación administrativa, financiera y comercial.
Herramientas como estas son clave para administrar aumentos en las operaciones. Cuando el consumo a través de canales digitales (o de comercio electrónico) advierte un pico, se requiere de una respuesta eficiente que garantice una gran experiencia a los clientes.
En este caso, es crucial conocer con certeza el inventario y estar al tanto de los movimientos y procesos lo cual es posible por medio de los ERP basados en la nube, que permiten un funcionamiento sin disrupciones entre el front office y el back office.
Por otro lado, las mejores prácticas de estandarización, sistematización y automatización aceleran los procesos internos de las organizaciones, soportándose en tecnologías emergentes como Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas y Manchine Learning.
La innovación, a partir de ellas, resulta clave para lograr un rendimiento consistentemente superior. Es imperativo que las empresas, de cualquier tamaño o ubicación geográfica, adopten una nube de segunda generación que limite el error humano y reduzca costos. Esto es decisivo ya que, para 2025, habrá 600 veces más datos confidenciales compartidos en la nube y un aumento en amenazas de ciberseguridad.
Así, la Internet ha permitido cambios profundos. En la medida en que las tecnologías de nube y de datos sigan evolucionando a la luz de la necesidad de gestionar flujos de datos sin precedentes, la conversación en torno al fortalecimiento de las capacidades estratégicas y analíticas del talento humano que las implementa cobrará mayor importancia en las agendas de las juntas directivas.
Luiz Meisler
Vicerpresidente Ejecutivo Oracle Latinoamérica