Tengo consciencia de hacer seguimiento a los temas políticos y económicos en Colombia desde el gobierno Betancur. Cada cuatro años el país, durante el primer semestre, entra en un ciclo de incertidumbre donde lo normal es que los agentes económicos se vuelven prudentes en sus decisiones de largo plazo y deciden esperar al resultado de las elecciones.
Por ello, es normal y regular que el primer semestre de un año de elecciones presidenciales, las cosas sean un poco más lentas y el ritmo económico no tenga el mismo dinamismo. Ello ha sucedido en casi todas las elecciones sin importar quienes sean los candidatos. La incertidumbre no proviene de los nombres sino del propio ciclo electoral.
Igualmente, el segundo semestre se vuelve más dinámico y algunas cosas normalmente ocurren: los proyectos paralizados se activan, el país le da un margen de maniobra al nuevo gobierno, las nuevas caras del gabinete presentan sus ideas y el país está mucho más optimista. Si además la selección Colombia clasifica al mundial, la alegría es mayor y con todo ello, el segundo semestre es en términos generales de un muy buen desempeño. La mayor incertidumbre empresarial del segundo semestre será la forma como pase la reforma tributaria con que todos los gobiernos inician su mandato.
¿Qué cosas hacen distinto este 2022? En primer lugar, el proceso de reactivación está acompañado de un aumento de la inflación. En segundo lugar, la difícil situación fiscal del país cuya precariedad es aún mayor que lo normal. En tercer lugar, el fuerte proceso de valorización de la bolsa por las OPAs presentadas sobre algunas empresas del Sindicato Antioqueño. Ello ha generado un dinamismo en la bolsa que hace muchos años no se percibía y está implicado la llegada de nuevos capitales por montos realmente importantes para la economía del país.
Luego está el tema de los candidatos con viabilidad para llegar a segunda vuelta. Esto se empezará a aclarar luego de las consultas. Hoy todavía hay mucha confusión. En el proceso tuvimos un total de 92 aspirantes. Hoy siguen con posibilidades formales 23 y el 14 de marzo sólo serán máximo 11. Con alguna posibilidad de ser competitivos tendremos entre 4 y 6. Así que especular sobre primera vuelta, sin tener claridad de cómo será el tarjetón, es simplemente eso, especular.
Así que el mensaje central de esta columna es de tranquilidad. Es normal que tengamos un primer semestre difícil y que el segundo sea mejor. Lo más importante es que el país tenga unas elecciones tranquilas, cuyo resultado, sin importar si nos gusta o no, aceptaremos y con ello seguiremos adelante.
CÉSAR CABALLERO
Gerente Cifras & Conceptos S.A.