Este sábado se conmemora el Día Internacional de la Sordera, una fecha con la que se busca hacer evidente esta condición física que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a cerca de 465 millones de personas en el mundo y unas 560.000 en Colombia.
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Según la organización, cerca de 50 por ciento de los jóvenes entre 12 y 35 años, es decir, 1.100 millones de personas, corren el riesgo de sufrir pérdida auditiva como consecuencia de los altos niveles de sonido a los que se ven expuestos y por si fuera poco se prevé que en 2050 alrededor de 900 millones, es decir uno de cada diez habitantes en el planeta, podrá afectarse.
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La inclusión del lenguaje de señas en varios programas de televisión, canales de atención al cliente especial para sordos y tecnología para personas con pérdida auditiva como ‘oídos biónicos’ o implantes cocleares e iniciativas de vinculación laboral formal son algunos de los más evidentes en Colombia.
“Los niños menores de tres años y los adultos mayores son los que más están expuestos a sufrir una enfermedad o una pérdida auditiva, pero en ambas poblaciones es posible
detectarla, tratarla e incluso rehabilitarla”, comenta Jonathan Bareño, fonoaudiólogo de la compañía austríaca de implantes cocleares Medel.
“Cada vez son más los pacientes entre 55 y 60 años que presentan alguna pérdida de la escucha y entre los factores más comunes para que suceda a esa edad son el uso indebido de medicamentos, algunas enfermedades hereditarias, la hipertensión y la exposición a sonidos muy altos”, agrega el especialista.
También señala que en la población infantil la sordera puede surgir de una condición congénita, que se puede detectar con un examen o por una infección que afecte el sistema auditivo.
A continuación las señales que indican si usted o alguien cercano podría llegar a generar una pérdida auditiva o hipoacusia.
1. Ningún sonido los alerta. Especialmente en los más pequeños si no hay reacción a sonidos fuertes como la caída de un plato, cierre de una puerta o el ladrido de un perro. Al respecto, Bareño explica que lo normal es que la persona se sobresalte. Si esto no sucede, hay alarma y deben hacerse exámenes de audiometría o logoaudiometría.
2. Subirle demasiado el volumen al televisor. Cuando todo está en calma, no hay ninguna fiesta o taladro cerca y la persona sube de manera indiscriminada el volumen del aparato, es necesario acudir al especialista para verificar si es necesario recurrir a un dispositivo para amplificar el sonido, como un audífono u ‘oído biónico´ o implante coclear. Sucede especialmente entre los adultos mayores. También se detecta cuando un niño se pone directamente en el oído la tableta electrónica u otro dispositivo en un volumen alto para poder escuchar.
3. Dolor. En los más pequeños el llanto e incomodidad constante. Si se acompaña de suporación, sangrado y baja audición, hay que recurrir al especialista.
4. Si pide constantemente que le repitan. No identifica de manera simple una instrucción sencilla.
5. Estar expuesto a ambientes altamente ruidosos. Si a lo anterior se suma que se enfrenta constantemente a ambientes difíciles por ejercer oficios como controlador aéreo, operario de industria, mesero en un bar, trabajador de call center, usted es más susceptible de padecer pérdida auditiva.
Datos relevantes
• Los avances científicos y tecnológicos ayudan a recuperar, si bien no toda la capacidad de escucha, un alto porcentaje de ella. Uno de ellos son los audífonos externos, pero deben ser suministrados por un especialista, dado que deben contar con el seguimiento médico. El especialista también planea las terapias que le ayuden a las personas a usarlos de manera correcta.
• Cuando el nivel de pérdida auditiva es mayor, hay soluciones médicas como los implantes cocleares, los cuales se ubican a través de una cirugía ambulatoria. No obstante, son más efectivos en la rehabilitación de los pacientes que sufren de hipoacusia auditiva severa. Es una alternativa eficaz porque puede devolver entre un 70 y un 80 por ciento de la capacidad auditiva de una persona, devolviéndole la autonomía a la hora de interactuar.
• En 1992 se colocó el primer implante coclear en Colombia. Ocurrió en la Fundación Santa Fe.
• Según un estudio de la Universidad de Los Andes, un niño con sordera profunda bilateral es 3,06 veces más costoso para la sociedad y menos productivo que un usuario con implante coclear.