Con la aparición de un nuevo brote de fiebre aftosa en la zona de contención sanitaria, se vuelven a encender las alarmas sobre los impactos económicos que este nuevo foco le dejará a la ganadería colombiana.
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Para Ricardo Sánchez, presidente de la Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas de Colombia (UNAGA), el impacto inmediato recaerá sobre las exportaciones que el país realiza de ganado en pie y de carne en canal, y habrá fuertes implicaciones sobre la actividad comercial del sector durante 2019.
“El nuevo foco aftoso tendría una incidencia inmediata en el sacrificio para exportaciones principalmente, durante los próximos tres meses (último trimestre del 2018) en un volumen equivalente a 30.000 cabezas, que representan casi 10% del sacrificio” aseguró el dirigente gremial.
Así mismo, se espera que haya un efecto similar de precios a la baja por parte de los proveedores de los frigomataderos (10%), y el mismo porcentaje en los precios de mercado bovino en general.
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Sánchez señala que “el mayor impacto negativo del foco sería en 2019, ya que se frenaría el dinamismo en las exportaciones en canal, e indirectamente, en las que se realizan en pie, por la pérdida del estatus sanitario”.
A esto se suma el menor dinamismo viene registrando el mercado interno, algo que puede acentuar los precios a la baja en el ganado bovino.
Sin embargo, es previsible que el sacrificio total tenga una variación favorable en al cierre de 2018, con relación al año anterior, debido a la positiva evolución de las exportaciones bovinas en meses anteriores, con un incremento de 10%, de acuerdo con el gremio ganadero.