El Informe de Política Monetaria del Banco de la República dice que a pesar de los fuertes choques negativos, el crecimiento económico esperado para la primera mitad del año es de 9,1% y es significativamente mayor que lo proyectado en el informe de abril (7,1%), signo de una economía más dinámica que se recuperaría más rápido de lo previsto.
(Banco de la República mantiene las tasas de interés en 1,75 %).
Para todo 2021 el equipo técnico del Emisor incrementó su proyección de crecimiento desde un 6% hasta el 7,5%.
Este pronóstico, dice la entidad, está rodeado de una incertidumbre inusualmente elevada, supone que no se presentarán problemas de orden público y que posibles nuevas olas de contagio del Covid-19 no tendrán efectos negativos adicionales sobre la actividad económica.
(Ganancias del Banco de la República bajan 92% a junio).
Sin embargo, el informe señala que en junio la inflación anual (3,63%) aumentó más de lo esperado debido al comportamiento del grupo de alimentos, mientras que la inflación básica (1,87%) fue similar a la proyectada.
En lo que resta del año el mayor nivel del IPC de alimentos, dice el Emisor, persistiría y contribuiría a mantener la inflación por encima de la meta. A finales de 2022 la inflación total y básica retornarían a tasas cercanas al 3%, en un entorno de desaceleración del IPC de alimentos y de menores excesos de capacidad productiva, señala el informe.
(¿Se acerca la hora de subir la tasa de interés?).
También indica que en el escenario macroeconómico actual se espera que las condiciones financieras internacionales sean algo menos favorables, a pesar de la mejora en los ingresos externos por cuenta de una mayor demanda y unos precios del petróleo y de otros productos de exportación más altos.
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