De 1.080 personas que adquirieron una vivienda de interés social (VIS) el año pasado en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga y varias ciudades intermedias, el 78% invirtió por primera vez. Por su parte, de 720 en los rangos medio y alto (no VIS), el 45% se estrenó en esta inversión.
(Lea: Beneficios tributarios y obras por impuestos, ¿el empuje que la infraestructura necesita?)
Así lo explica un informe de demanda de la firma Galería Inmobiliaria, resultado de entrevistas a estos 1.800 potenciales compradores. Igualmente, destaca que para la mayoría de las familias también es la primera experiencia con un crédito hipotecario. De hecho, el análisis también reveló que 86% de los encuestados interesados en VIS eran primíparos en este tipo de préstamos, lo mismo que el 60% de los que prefirieron no VIS.
(Lea: El Gobierno deja más de $90 billones comprometidos para las próximas tres décadas)
Incluso, en el primer caso 44% de los potenciales inversionistas ya habían realizado el trámite en un banco; por su parte, para la negociación de no VIS, solo el 28% había contactado a un establecimiento financiero. Según Juan Sebastián Pardo, presidente de la entidad financiadora de vivienda Credifamilia, “efectivamente, hay bastante interés en la compra de vivienda y, en consecuencia, las personas están buscando crédito para cumplir esa meta”.
PARA HABILITARLA
Sobre la dinámica de la primera compra, el directivo advierte que las familias que optan por VIS lo hacen para habitarla. En este punto, vale recordar que la ley prioriza la primera inversión en este segmento y, si se hace el trámite del subsidio, no permite que las familias hayan sido beneficiarias anteriormente.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que para el estrato medio –específicamente, si se trata de oferta de entre $105 millones y $339 millones– ahora es posible apostarle a una segunda vivienda, aunque también advierte que un requisito es no haber accedido a un auxilio a la tasa en otras ocasiones.
Otro dato relevante, según Daniel Vásquez Franco, director de Vivienda de la Asobancaria, está relacionado con la población joven que está haciendo su primera compra: “Se trata de menores de 40 años, situación que se atribuye a diversos factores. Por el lado de la oferta, desde el 2017 los constructores o, en general, los oferentes de estos inmuebles han diseñado para los adquirentes planes de financiación que contemplan la concesión de plazos más amplios para el pago de la cuota inicial”.
“Esta normalmente representa 20% o 30% del valor total; en este sentido, se encuentran en el mercado ofertas que contemplan plazos de pago de 23 meses o más, cuando lo usual –en años anteriores– era la concesión de 18 meses, máximo”, agrega el directivo. Esto, precisamente, ha generado más confianza entre los potenciales interesados en su primera adquisición.
En línea con Vásquez, Mario Ciardelli, gerente general de la constructora Amarilo, considera que el alcance de posibilidades para la inversión también se ha presentado “por el ascenso socioeconómico que obtienen las familias y que es más frecuente”.
A esto debemos sumarles las reducidas tasas de interés y una oferta sin precedentes, que han llevado a que cada día aquellos que nunca han tenido un techo propio entren en esa dinámica, que, efectivamente, son oportunidades para los compradores primerizos de vivienda. De esto la gente ya se dio cuenta y por eso la dinámica en este nicho”, concluye el gerente de Amarilo.
En Twitter: @GabrielFlorezG