En línea con el desempeño de Colombia en otros índices mundiales, el país empeoró en cuanto a su competitividad laboral, un aspecto que perjudica al atractivo del país para la inversión y puede suponer un freno en estrategias como el ‘nearshoring’.
(Colombia se ‘raja’ en su competitividad digital).
De acuerdo con el Índice de Talento Mundial que elabora el IMD World Competitiveness Center, presentado ayer, en la edición de 2020 Colombia se ubicó en el puesto 58 del mundo, lo que significa que perdió cuatro posiciones frente a la ubicación que registró en el anterior informe, en el puesto 54 a nivel global.
La calificación que obtuvo en esta ocasión es de 42.452, muy lejos de los 100.000 unidades que indican la máxima puntuación, obtenida por Suiza, y también de los 91.781 de Dinamarca, en segundo lugar.
(Competitividad en las ciudades y su importancia en los retos actuales).
Este informe, como explica el IMD, captura la capacidad de una economía para desarrollar y atraer talento para fortalecer su competitividad.
“Para ello evaluamos tres factores: el de inversión y desarrollo, que mide cómo se fomenta el talento nacional; la medida en que una economía retiene el talento de cosecha propia frente al resto del mundo, y finalmente, el factor de la preparación, que mide las habilidades y competencias disponibles en el país”.
Según el informe, “Colombia baja a la posición 58. La caída se ve ligeramente en el factor de atractivo, del 36 al 37, pero experimenta una baja más pronunciada en la preparación desde el puesto 53 al 60. El descenso se debe principalmente a un mayor pesimismo de los ejecutivos en temas como la priorización de atraer y retener talento, la motivación de los trabajadores y la calidad de vida”.