El sistema de salud colombiano, con todas las fallas que le ven los propios usuarios, es tomado como un modelo a seguir en el mundo. Entre otras cosas, por la cobertura que ha logrado.
Recientemente, KPMG realizó en Cali un evento académico sobre el tema, al cual trajo a tres expertos: Andrew Hamilton, miembro del Consejo de la Agenda Global sobre el futuro del Sector Salud para el Foro Económico Mundial, que es autoridad global; Ómar Arteaga, gerente senior/líder de Salud de KPMG en Colombia, con 20 años trabajando sobre este tópico, y Michelle Liu, ejecutiva de Salud Global para las Américas de esta empresa, quien es especialista en el rediseño de formas de pago. Los tres hablaron con Portafolio.
¿En qué se enfocan los sistemas de salud que le pudieran servir de ejemplo a Colombia?
AH: Colombia ha logrado una cobertura universal y esto es de reconocer. Este logro pone al país en el mismo rango de Europa u otros países desarrollados, porque prácticamente cubre a toda la población. Es algo con lo que está trabajando Estados Unidos con el ‘ObamaCare’. El reto es que se mejore en calidad.
Una generalidad en el mundo es la lucha por lograr la sostenibilidad clínica y financiera; equilibrar ambos es complicado.
OA: Todas las tendencias de los sistemas de salud en el mundo tienen que ver con la calidad, cobertura, accesibilidad a los servicios de salud, eficiencia en los procesos y atención integral. Igual, todos los sistemas están preocupados por el incremento en los costos debido a varios factores: el envejecimiento global de la población, problemas ambientales -como los cambios climáticos- y otros que hacen incrementar las enfermedades por contaminación. Además, están las leyes que cada vez –y debe ser así– dan mayores derechos a los usuarios. Otro factor que hace aumentar el gasto son la corrupción, que es un problema importante no solo en Colombia, sino en todo el mundo.
¿Qué podemos aprender de otras partes?
OA: Si uno mira referentes, serían los sistemas de salud de Reino Unido, España, Suiza, Estados Unidos (guardadas algunas limitaciones que tiene) y en Latinoamérica, Chile.
AH: Los modelos líderes tienen algunas características relevantes; sin embargo, no hay un modelo de salud perfecto. Las principales metas tienen que ser la calidad y la sostenibilidad, pero para ello hay muchos caminos.
ML: Como parte de las mejores prácticas están las fortalezas de EE. UU. en la industria farmacéutica y en la atención primaria de pacientes. Además, la práctica de salud de Singapur.
¿En que consiste esa práctica de Singapur?
ML: La fortaleza principal de ese país está en el análisis de datos, que le ha permitido tener mayor capacidad en la atención, así como sobre una distribución geográfica de la población.
OA: ¿Qué debe aprender Colombia? Yo diría que el uso de nuevas tecnologías y la popularización, por ejemplo, de la telemedicina, la robotización y la eficiencia en procesos clínicos. Además, modelos de sostenibilidad económica y clínica; la contratación con base en resultados y la supervisión basada en riesgos.
A nivel internacional, ¿qué alternativas se están manejando para mejorar la sostenibilidad?
AH: En este tema, no hay que ver la salud como un costo, porque si existe salud hay mayor productividad y esto se verá en todos los niveles de la economía.
OA: En Colombia las alternativas pueden ser: aplicar programas de excelencia operativa en procesos clínicos, con lo cual los ahorros pueden ser del 10% al 15%; la contratación basada en valor, es decir pagar de acuerdo con los resultados obtenidos para mantener a los pacientes en unos estándares de mejor salud; y hacer programas muy fuertes para el control de corrupción y fraude. Obviamente, la sostenibilidad económica se obtiene incrementando también los ingresos.
Pero hay expertos que sostienen que la solución no es más plata.
OA: Es cierto que si no se hace un control, así le metan seis o siete billones de pesos a la salud, en seis meses estará el mismo hueco, pero hay que incrementar los recursos.
AH: Estoy de acuerdo con que la solución no es solo más recursos, esta es apenas una parte y tiene que ir acompañada de más componentes. En algunos casos ni siquiera es necesario invertir más, lo importante es que se enfrenten los verdaderos problemas de manera efectiva y tener mecanismos que permitan más efectividad en las labores que se realizan.
¿De qué fuentes aumentar los recursos?
OA: Esto va en dos vías: a través del presupuesto, con el Sistema General de Seguridad Social en Salud, y con contribuciones, por ejemplo por consumo de bebidas alcohólicas.
Hay que fortalecer ambas y buscar cada vez mayores ingresos, porque hay que cubrir una demanda creciente.