DesindustrializAción, perpetuación de la guerra comercial e incremento de la competencia desleal son los principales temores que tiene hoy en día la Asociación Latinoamericana del Acero, Alacero, con respecto a la influencia del actual contexto internacional lleno de incertidumbre y tensiones sobre esta industria en la región.
Más de un año ha pasado desde que entró en vigencia la 232 de Estados Unidos -sección que fijó aranceles de 25% al acero y 10% al aluminio que ese país importa- y desde ese entonces el panorama para la industria latinoamericana cambió.
(Las cartas del país para que la guerra comercial no afecte a la industria).
Que el mercado siderúrgico de la región durante enero-marzo de 2019 presentó una caída de 3% en el consumo de acero laminado con relación a enero-marzo de 2018, y que la producción regional de acero crudo y de acero laminado hasta abril bajó 5% y 9%, respectivamente, en relación a enero-abril de 2018, son algunos de los datos más preocupantes que deja el más reciente reporte de Alacero sobre esta industria.
“En Latinoamérica las guerras comerciales han afectado en general, no hemos tenido nada positivo, nuestras economías han sido impactadas por igual; el consumo de acero, que es el que más podemos usar como indicador macroeconómico, ha caído”, asegura Francisco Leal, director General de Alacero.
Aunque se ha dicho que los conflictos comerciales no tienen ningún ganador, la industria siderúrgica percibe que China ha tomado ventaja ante la producción local, teniendo como argumento que ya se ven afectados algunos países como “Chile, Perú, Brasil, Colombia y México, en ese orden” que son las zonas en la región a las que más están llegando las exportaciones de acero que envía el gigante asiático en la búsqueda de explotar otras regiones, dada la relación bilateral que vive con Estados Unidos, según detalla Leal.
“La región aumentó 17% sus importaciones entre febrero y marzo de 2019, identificando un 4% de aumento en comparación con enero-marzo de 2018. La participación de las compras externas en el consumo regional también creció en este año: Latinoamérica se abastece ahora en 37% por dichas importaciones, en contraposición a los 35% en enero-marzo de 20182, detalla el reporte de Alacero, agregando que “esto confirma la dependencia del consumo frente al acero laminado del exterior, ante caídas de producción.
El déficit registrado en enero-marzo de 2019 fue de 3,5 millones de toneladas (Mt), con 342.000 toneladas más que enero-marzo del año anterior (3,1 Mt)”.
RAZONES
De acuerdo con el director general de Alacero, todo este aumento en las compras externas de acero chino está causado por el incremento en la producción que ha habido en ese país.
“La producción (china) en lo que va del año ha aumentado 12,7%. Entonces, si vemos a China creciendo en su producción, no es más que un incremento de sus ventas, porque sabemos que el mercado local está deprimido y esas exportaciones han llegado a todas partes del mundo”, dice Leal.
La entrada de productos siderúrgicos desde China posee otro factor que tiene pensando a los industriales locales, y es que estaría ingresando a través de países vecinos con los que se tienen acuerdos comerciales con poca o nula carga arancelaria. Así se lo había manifestado en días pasados a Portafolio Felipe González, presidente de Acesco, quien aseguró que “además de ingresar de forma directa, (los productos de acero chino) están entrando vía Ecuador, y de ese último país la materia prima ingresa ‘cero arancel’ a Colombia”con “tubos y láminas colaborantes”, entre otros.
Por su parte, Francisco Leal asegura que esa “desviación del comercio” está afectando principalmente a los países “más abiertos” como Chile, Perú, México y Colombia específicamente.
“En Brasil, por ejemplo, supimos de casos donde llega un sustrato, como le llamamos al acero base, que dirigen a otro país en el que le dan un mínimo valor agregado, que podría ser convertirlo en tubo o galvanizarlo, y después llega como si fuera hecho en ese país donde se tiene un libre comercio”, ejemplifica Leal sobre el caso.
En cuanto a los temores que genera la tensión comercial, Alacero advierte que la ampliación del conflicto hacia países como Turquía e India sería un riesgo aún mayor para la producción local. Pero la principal amenaza, dicen, es una “desindustrialización”.
“Si los productos que llegan son solamente siderúrgicos, existe un problema; pero si aparte son artículos ya manufacturados, entonces la industria local empieza a desaparecer; vamos a ser solamente dependientes de nuestras exportaciones de materias primas en lugar de generar valor agregado, al menos para nuestros propios países. Eso es muy importante alertarlo porque puede traer una desindustrialización que lleve consigo la pérdida de empleos”, aseguran.
HOJA DE RUTA
Ante el dilema de qué hacer, los industriales del acero están de acuerdo en que en un contexto como el que se vive son importantes las medidas de defensa. “El tipo de protección para las industrias ante estos casos siempre vienen con medidas de salvaguardia y de antidumping. Las más rápidas son las de salvaguardia, las antidumping ya son más técnicas y requieren estudios profundos”, dice González.
Además, el directivo de Acesco hace énfasis en que aún existe un trabajo pendiente; “el Gobierno nos ha venido colaborando pero nosotros pedimos que sean más rápidos en la resolución de estos estudios, y que nos ayuden a armar estrategias vía política - industrial y a mejorar nuestra productividad”, señaló.
A su turno, Leal puntualiza que “mientras países como China no tengan una estructura de costos y estrategia de precios de acuerdo con el libre mercado, no queda de otra más que proteger las fronteras”.
LOS PRODUCTOS MÁS AFECTADOS
Según Alacero, los bienes de la industria que se han visto afectados varían de acuerdo con cada región. Por ejemplo, explican, en la zona norte de Latinoamérica son los productos largos, como varillas y barras corrugadas para construcción. Pero en México los que se han visto perjudicados son productos planos e inclusive algunos elementos de valor agregado como galvanizados y pintados. “A nivel general, ningún producto se salva, hay hasta tuberías sin costuras que llega desde China”, aseguran. Por su parte, Acesco dice que lo que más se ha visto afectado en Colombia particularmente es la tubería de acero. “Ese tubo entra con unos precios de -7%, -20%, o -25% por debajo de los costos de producción nacional”, aseguró Felipe González.
Diego Vargas Riaño
En Twitter: @vardie_