Hacia mediados del 2014, la industria petrolera recibió un fuerte sacudón por cuenta de la caída del precio del barril en los mercados internacionales. Esta situación hizo que las empresas del sector redujeran sus niveles de producción y, por tanto, el transporte del crudo.
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Tres años después, los precios han repuntado, pero aún se mantienen lejos de los niveles de ese entonces. Esto llevó a que la compañía Transportes del Meta S.A.S; le solicitara a la Superintendencia de Sociedades que la admitiera para un proceso de reorganización empresarial en vista de que su obligaciones financieras se hicieron imposibles de cumplir.
Entre las motivaciones que llevaron a la compañía a someterse al proceso están: la disminución de ingresos en 2016 por la desaceleración industria petrolera, reestructuración del principal cliente (Meta Petroleum); la reducción de $12.000 millones a $10.000 millones de un crédito rotativo que generó la obligación de un pago por $7.990 millones; la modificación de tarifas por la crisis del sector y exceso de oferta de transporte; los altos costos por pago de prestaciones e indemnizaciones laborales; la modificación de la calificación de la empresa por el sector financiero; y la exigencia del pago de contado por parte de proveedores.
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Ante dicho panorama, la Supersociedades ordenó a la deudora abstenerse de realizar, sin autorización de este esta, enajenaciones que no estén comprendidas en el giro ordinario de sus negocios, ni constituir cauciones sobre bienes del deudor, ni hacer pagos o arreglos relacionados con sus obligaciones, ni adoptar reformas estatutarias ni, en general, adelantar operaciones societarias o contractuales que supongan erogaciones reales o potenciales a cargo de la empresa.
Transmeta S.A.S; nació en el 2003 como brazo logístico de la Compañía Petrolera Meta Petroleum Corp., hoy Pacific Exploration. Estaba dedicada al transporte terrestre de hidrocarburos. Con el tiempo, incursionó en transporte de carga seca, extra dimensionada, extra pesada y transporte especial de pasajeros.
Así mismo, la Súper le ordenó a la firma que, en un plazo no mayor a 10 días de haber sido aceptada en el proceso de reorganización, presente una actualización del inventario de activos y pasivos incluyendo las acreencias causadas entre la fecha de corte de la solicitud y la fecha del día anterior a su entrega soportados en un estado de situación financiera, un estado de resultado integral y notas a los estados.
