Las restricciones impuestas por el gobierno de los EE. UU. a las importaciones de crudo desde Venezuela en enero pasado le cayeron como anillo al dedo a la producción petrolera del país.
La razón, debido a las sanciones dictadas por el gobierno del presidente Donald Trump, a las refinerías ubicadas en la costa del Golfo de México no les quedó más camino que reemplazar el hidrocarburo venezolano por petróleo de países latinoamericanos, entre ellos Colombia.
(Sanciones empeoran la crisis económica venezolana, FMI).
Ese es el caso del complejo Marathon Petroleum Corp, cuya infraestructura comenzó desde el pasado mes de enero a procesar el crudo pesado diferente al venezolano.
Rick Hessling, vicepresidente de la unidad MLP de la citada refinería, afirmó a una agencia de noticias que los barriles de reemplazo que se cargan en su complejo son “predominantemente, barriles latinoamericanos”.
Analistas consultados por Portafolio coincidieron en señalar que aunque EE. UU. ha duplicado su producción de petróleo en los últimos años gracias al fracking, este país todavía necesita importar crudo pesado para procesar en sus refinerías. Además, dijeron que esta situación representa para Colombia una oportunidad de incrementar sus exportaciones de petróleo a EE. UU. al ser uno de los países que más produce este tipo de crudo en la región.
AUMENTO EN VENTAS Y EXPORTACIONES
Por esta razón, a corto plazo el país se puede convertir en uno de los principales abastecedores de la demanda de estos crudos a EE. UU., no solo por las características de su composición química, sino además por mejores precios, que los negociados en años anteriores.
Con el veto al crudo venezolano, Ecopetrol, sin duda, ha resultado ser una de las petroleras beneficiadas en esta parte del continente, ya que no solo ha aumentado sus volúmenes de exportación hacia las refinerías en EE. UU., sino que de paso ha incrementado su diferencial de venta.
Este diario pudo establecer con fuentes del sector que la petrolera colombiana ha ganado en ventas, ya que el crudo ha sido comercializado con mejor diferencial, en cerca de los US$3 por cada barril.
Incluso aseguran que de la petrolera colombiana exportó más de 50 millones de barriles de petróleo a EE. UU. en el 2018, pero que en las últimas semanas el volumen se ha incrementado en cerca del 10.000 barriles.
(Así benefician al petróleo colombiano las sanciones a Venezuela).
El principal crudo enviado a ese país es el ‘Castilla Blend’, una mezcla que resulta de la combinación del crudo del campo Castilla con otros crudos pesados producidos en otros activos de los Llanos Orientales.
“El Castilla Blend ha posicionado su valor en el mercado en las últimas semanas. Esto quiere decir que Ecopetrol está negociando sus crudos con un diferencial más favorable, lo que le representa mayores ingresos a la Compañía”, explicó uno de los analistas.
Según Platts, en el periodo de octubre de 2018 a enero de 2019, se negoció el ‘Castilla Blend’ con un diferencial de -US$8.90 frente a la referencia Brent. Sin embargo, en los primeros 15 días de febrero, el diferencial fue de -US$5,55.
Esto representó un diferencial 60% más favorable a lo negociado en los meses pasados.
BENEFICIOS DE LA OPERACIÓN
Ecopetrol cerró el 2018 con una producción de 721.000 barriles por día. De esta cifra, el 64% corresponde a crudos pesados provenientes principalmente de los campos de Castilla, Chichimene y Rubiales.
Los proyectos de recobro se han convertido en una importante fuente de crecimiento de producción y reservas.
La aplicación de tecnologías de recobro secundario y terciario contribuye con cerca de 165.000 barriles equivalentes por día, que representa el 23% del total de la producción de Ecopetrol.
En crudos pesados se destaca el aporte de los pilotos de recobro mediante inyección de agua mejorada, en los campos Castilla, Chichimene, Apiay y Suria, en el departamento del Meta.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que Colombia alcanzará una producción promedio de 870.000 barriles de petróleo por día en el 2019, que en su mayoría será crudo pesado. Si esta cifra se cumple, el país superaría a Venezuela en los volúmenes de producción de petróleo por primera vez en la historia.
Según Rystad Energy, una empresa independiente de investigación de la industria energética, la producción de Venezuela se ubicaría por debajo de los 800.000 barriles por día en 2019 y cerca de 680.000 barriles por día en el 2020.
Esta consultora también estima que algunos operadores en Venezuela se quedarían en marzo de 2019 sin diluyentes para transportar el crudo pesado, el cual actualmente importan desde Estados Unidos. Sin este aditivo, el vecino país no tendría manera de exportar los cerca de 200.000 barriles por día de crudo pesado que produce.
Y la madeja se enrredaría más, ya que en la actualidad buques cargados con más de ocho millones de barriles de petróleo, cuyo valor equivale a más de US$500 millones, se encuentran detenidos en las costas venezolanas debido al cierre del acceso al mercado petrolero mundial.
CAÍDA EN PRODUCCIÓN DE CRUDO
La industria petrolera de Venezuela ha disminuido su producción en más de 58% en los últimos años. En el 2011, sus volúmenes de crudo promediaban los 3 millones de barriles de petróleo por día, mientras que en diciembre de 2018 alcanzaron una producción de 1,25 millones de barriles por día, de acuerdo a reportes de la Agencia de Energía de Estados Unidos. Además, la producción de petróleo venezolana podría verse afectada aún más por las restricciones impuestas por Estados Unidos a ese país en enero de 2019. Estas incluyen el congelamiento de todos los activos de la estatal PDVSA en Estados Unidos y la prohibición a compañías americanas para realizar transacciones comerciales con la estatal venezolana.
Alfonso López Suárez
Redacción Portafolio