Aunque la pandemia por coronavirus golpeó a todo el país en varios frentes, los jóvenes, en especial mujeres de ese grupo, se han encontrado cada vez con más obstáculos para conseguir un trabajo o acceder a la educación.
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Según el Dane, el 27,7% de los colombianos de esa edad estaban en esa situación entre diciembre de 2020 y febrero de este año.
Ese ingrediente se suma a los múltiples motivos que han llevado a que Colombia complete dos semanas de protestas, por las que en los últimos días el Gobierno ha tenido algunos acercamientos con representantes de los sindicatos, jóvenes, y otros sectores para llegar a acuerdos y parar la ola de violencia, de bloqueos y afectaciones a la economía.
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Por eso, cabe apuntar que según el Dane, la tasa de desempleo de las personas de entre 14 y 28 años entre enero y marzo de 2021 cerró en 23,9%, un aumento de 3,4 puntos porcentuales frente al mismo periodo del año pasado.
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Y el caso de las mujeres es aún más preocupante, pues la tasa de desocupación en dicho periodo para ellas fue de 31,3%, mientras que para los hombres fue de 18,5%.
En cuanto a aquellos que no estudian ni trabajan, las mujeres también lideran ese panorama, pues 38,1% de ellas estaban en ese grupo entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, mientras que el 17,4% de los jóvenes hombres estaba en esa situación en ese mismo lapso.
Para Luz Karime Abadía, codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la U. Javeriana, “el aumento del desempleo en Colombia viene desde el año 2015. Una de las causas posibles es la automatización de muchos procesos en las empresas, lo que hace que se reemplacen trabajadores por máquinas.
Los jóvenes al no tener experiencia son riesgosos y más costosos para las empresas, lo que hace que tengan menos probabilidad de ser contratados, especialmente, aquellos sin educación superior o que no sepan algún oficio. La crisis económica destacada por la pandemia agravó esta situación. Hay jóvenes, especialmente aquellos de bajos recursos, que tienen pocas oportunidades y que no están estudiando ni consiguen empleo”.
Precisamente, si se compara la tasa de desempleo del primer trimestre del 2021 con las que se han registrado desde el 2015, es la más alta desde los últimos cinco años. Según Javier Echeverri, presidente de ManpowerGroup para Colombia, entre los motivos que explican esas dificultades están “la falta de experiencia, el dominio de un segundo idioma y la falta de conocimiento técnico”.
LAS SALIDAS
Ante ese panorama crítico para los jóvenes, que también son parte clave del progreso del país, la pregunta que surge es cuál es el camino que tienen el Gobierno, las empresas y el sector educativo del país para darles más oportunidades a esta población.
De acuerdo con el economista Juan Carlos Guataquí, consultor en temas laborales, más allá de programas gubernamentales como Matrícula cero o Mi primer empleo, de las primeras cosas que tiene que hacer el Ejecutivo es sintonizar la formación de los jóvenes en Colombia para que estén alineadas con las necesidades del mercado laboral.
“Ninguno de esos programas del Gobierno tuvo un componente de pertinencia”.
Por su parte, Abadía señaló que otra de las alternativas es que se generen incentivos a las empresas para que contraten de manera formal jóvenes.
“Además se deben otorgar apoyos e incentivos al emprendimiento y promover el acceso a educación para el trabajo de alta calidad (certificaciones) a los jóvenes que ni estudian ni trabajan en áreas de alta demanda por parte del sector productivo”.
En ese mismo sentido, Maribel Castillo, profesora asociada al departamento de economía de la U. Javeriana de Cali, plantea que “pensar en el mercado laboral y en la educación de los jóvenes permitirá entender parte del descontento que vemos en su participación en las movilizaciones de las últimas semanas. Se deben realizar alianzas público privadas y con la academia para identificar potencialidades en la capacidad productiva de las ciudades y que los jóvenes sean los llamados a esta reactivación”.
Ante esos desafíos que tiene el país de cara a este grupo poblacional, Juan Sebastián Arango, consejero presidencial de la juventud, dijo que “la política tiene que ser integral en términos de emprendimiento, pertinencia, empleadores, empleo juvenil, que son cuarto requisitos para la formulación de las nuevas habilidades de la cuarta de revolución y acompañar de una política de ciclo laboral”.
Arango agregó que el Gobierno ya avanza en un pacto con los jóvenes para superar esos obstáculos, así como en la formulación de una política pública, que ya está plasmada en un documento Conpes, que está en este momento publicado para comentarios.
Asimismo, ayer el presidente Duque sostuvo un encuentro con alcaldes para, de igual manera, impulsar el empleo de jóvenes en los proyectos que se adelantan en los PDET.
“Hay que solucionar unos problemas inmediatos y estructurales. Las medidas que hemos tomado son importantes, pero no son suficientes y ya estamos trabajando para que tengan mayor impacto”, apuntó Arango.
María Camila González Olarte
Twitter: @CamilaGolarte