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Economía

El 40% de la población latinoamericana está en riesgo de caer en la pobreza tras un desastre natural

Los terremotos, huracanes e inundaciones son los 'choques agregados' más comunes, pero no son los únicos. También pueden ser conflictos civiles y epidemias, entre otros.

Terremoto en México

Édgar Cabalceta, ciudadano mexicano, tomó esta foto a los pocos segundos de ocurrido el sismo. Evidenció el colpaso simultáneo de varios edificios.

EFE

POR:
Portafolio
noviembre 29 de 2017 - 11:46 a. m.
2017-11-29

El Banco Mundial presentó el informe ‘¿Desarrollo económico inestable? Choques agregados en América Latina y el Caribe’, en el que se analizaron las condiciones actuales de la población de la región y se estableció que, así como se ha conseguido reducir en cerca de la mitad la población en condición de pobreza en los últimos 15 años, está población que ha mejorado sus condiciones de vida está a un 'choque agregado' de volver a la pobreza.

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“La región ha experimentado logros importantes en progreso económico y social. En los últimos 15 años la región ha logrado una reducción notable en el nivel de pobreza de su población, entendiendo pobreza como sobrevivir con menos de cuatro dólares diarios per cápita, se bajó de una tasa de 43% a 24%, casi la mitad, por lo que aumentó la clase media. Sin embargo, el estudio señala que cuatro de cada 10 individuos en América Latina están en esa situación de inseguridad económica, por lo que cualquier choque puede devolverlos a la pobreza”, explicó Javier Báez, economista senior para la región de África en la práctica global de pobreza y equidad del Banco Mundial, durante la presentación del informe en Lima (Perú).

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Cuando se hace habla de choques agregados se hace referencia a las situaciones que afectan a toda una comunidad, ciudad, provincia, región o país, incluso continente. Los choques agregados más comunes son los desastres naturales, pero no son los únicos. También pueden ser conflictos civiles y epidemias, entre otros.

De acuerdo con Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para Latinoamérica y el Caribe, los choques agregados pueden llegar a ser tan fuertes que en eventos de una noche, como los recientes huracanes que azotaron las islas del Caribe, o de segundos, como el reciente terremoto en México, los países pueden enfrentar costos de reconstrucción que superan su Producto Interno Bruto (PIB).

“Estos fenómenos naturales no son aislados. Ha habido un enorme número de eventos que han generado pérdidas de hasta 50% del PIB en una sola noche. En Dominica, los costos estimados de reconstrucción tras los huracanes Irma y María superan el 200% del PIB”, indicó Familiar.

Por ejemplo, la afectación generada tras un desastre natural en el suministro de energía eléctrica de una región afecta directamente la actividad económica y la capacidad productiva de un país. Según el estudio, tras los huracanes María e Irma, se registró una caída de 2,6 a 3,9% del PIB por la falta de energía eléctrica, y este efecto negativo puede llegar a permanecer hasta por 12 meses en el panorama.

LOS CHOQUES SE TRADUCEN EN MENOS INGRESOS


Según el informe, los choques agregados, naturales o causados por el hombre, afectan directamente el ingreso de los hogares y la expansión económica de los países.

“La primera manifestación de un choque negativo importante a nivel macro suele ser el descenso de la producción. El Producto Interno Bruto (PIB) cayó 6% y 11% durante las crisis que afectaron a México (entre 1994–95) y Argentina (2001–02), respectivamente. A nivel micro, también es probable que los ingresos de los hogares en la región experimenten una caída significativa después de este tipo de choques. Los huracanes en Centroamérica recortan en 3% los ingresos de los hogares por cada desviación estándar en la intensidad de los vientos huracanados (Ishizawa y Miranda 2016)”, indica el texto.

Este tipo de choques también tienen efectos negativos en el consumo, pues al afectar el ingreso de los hogares éstos tiene que priorizar gastos y limitarlos con el fin de cubrir las necesidades básicas, dejando los indicadores de consumo en estados volátiles que dependen también de las variaciones en los precios de los productos; también se afecta la posibilidad de tener títulos de propiedad y acumular activos, así como también se reducen las posibilidades de inversión.

Frente a este tipo de choques, los sectores más vulnerables son los de menores ingresos, especialmente los que acaban de superar las condiciones de pobreza y pobreza extrema.



Julián Calderón H.
julcal@eltiempo.com

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