No es nada nuevo oír a la gente local hablando de su país como si continuara en ‘crisis’, pese al hecho de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) recientemente reportó que solamente Perú disfrutará tasas de crecimiento mayores en 2018.
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Pese a esto y a que el mercado accionario ha hecho poco durante los meses recientes, los colombianos deberían procurar estar un poco menos desanimados.
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Hace algunas semanas, en Valores Bancolombia publicamos un informe especial sobre la expansión del ADN colombiano a través de la región durante los pasados 10 años, y cuando uno hace ‘doble clic’ se evidencia que ese crecimiento ha sido notable en ese periodo.
Cuando miro hacia atrás, a la docena de años que he pasado aquí, es sorprendente observar de primera mano cómo las empresas locales se han reinventado en términos de negocios y alcance regional, además de alcanzar una mejora positiva y sustancial en cuanto a los estándares internacionales de Gobierno Corporativo.
Regresando a aquella época pretérita de principios del 2006, mi primera reunión de negocios en Medellín fue con Ricardo Toro, en Colinversiones, que en aquel momento de la historia estaba entre las compañías holdings más eclécticas que uno pudiera encontrar, difícil de analizar, por decir lo menos.
No obstante, él me dijo calmadamente que el futuro de la empresa estaba en la energía –toda una afirmación audaz considerando que en ese tiempo esta no tenía un solo peso invertido en el sector.
Avancemos en el tiempo y habiendo leído recientemente un artículo en la página web de la BBC sobre la IEA (Agencia Internacional de Energía) con relación al rápido avance de la energía solar, yo decidí remitírselo al presidente de Colinversiones, que se ha transformado, según lo prometido, en una empresa 100% de energía, mejor conocida como Celsia.
Para mi sorpresa, eran las 4:30 de la mañana y me llegó su respuesta inmediata, ya que se encontraba al otro lado del planeta mirando proyectos de energía renovable.
Más cerca de casa, ahora la compañía es un participante significativo en el mercado panameño de energía.
Este es tan solo un ejemplo, pero hay montañas de otros más y cuando incluimos a Éxito y su enorme presencia en Brasil, donde das la vuelta a cualquier esquina y encuentras una de sus tiendas, esto significa que, fraccionalmente, más de la mitad de los ingresos del Colcap se están generando en el extranjero –por allá en 2005, esa cifra se parecía más a un error para ser redondeado a cero–.
La fuente de mucha de esa expansión fue irónicamente el aislamiento que precedió a la actual era de las multilatinas –cuando la crisis golpeó a los mercados globales, en el 2008, Colombia fue uno de aquellos países que se benefició, puesto que las compañías locales disfrutaban de un apalancamiento relativamente bajo y en muchos casos eran ricas en dinero en efectivo–, el resto es ya historia, a medida que estas compañías aprovecharon su oportunidad de navegar en contra de la tendencia e invirtieron en el exterior, precisamente en el momento en que otros se estaban cuidando mucho de no ir a gastar como antes.
Si abre una cuenta bancaria en Centroamérica, el dueño final es probable que tenga su cuartel principal en Bogotá o Medellín; si va de compras en alguno de 72 países, tanto en Latinoamérica como también más lejos, y en alguna parte de la letra pequeña del producto bien podrá encontrar las palabras Grupo Nutresa.
Si miramos al sector energía, tanto EEB como ISA tienen un alcance enorme en América Latina, y si dirigimos la vista hacia el futuro, veremos que aún existe la posibilidad de que el gigante de Medellín sea el protagonista de la entrega de energía a Panamá, por la vía de sus cables de alta potencia, lo que puede ser un conducto para que otros generadores locales se puedan beneficiar.
Siguiendo adelante, si estuvieras buscando una póliza de seguro para cubrirte de los huracanes Harvey, Irma y María, o de los terremotos mexicanos, entonces el Grupo Sura sería probablemente quien la emita; mientras que cuando estés buscando reconstruir, tras el daño causado en los Estados Unidos, no te sorprendas si encuentras el logo de Cementos Argos en el saco de cemento en el sitio de la construcción.
Podríamos mencionar aquí que cuando estés viajando por el exterior, con toda probabilidad la aerolínea que te transporte sea Avianca, que ahora tiene una huella considerable en cubrimiento regional –si de casualidad viajas a Panamá, entonces aterrizarás en un aeropuerto que fue remodelado por Conconcreto o si arribas a Quito caminarás por un aeropuerto administrado por Odinsa.
Finalmente, en el sector de petróleo y gas, Ecopetrol está perforando en el Golfo de México con el objetivo de reponer reservas, mientras que aquellos que viajan en carro entre varios países, incluyendo a Perú, podrían encontrarse ‘tanqueando’ en una estación de gasolina de Terpel.
Lo increíble es que localmente todavía hay quienes piensan que el país no ha hecho mayor cosa durante la última década.
Sin embargo, aunque bien podemos estar en un período de consolidación inducido primordialmente por un shock externo de precios débiles del petróleo, y sin duda aún hay mucho por hacer en otras áreas, no se equivoquen, es mucho lo que Colombia ha alcanzado durante los años recientes.
Rupert Stebbings
Vicepresidente de Renta Variable del Grupo Bancolombia