Uno de los grandes retos para los jóvenes en Colombia es el encontrar trabajo después de graduarse como técnico, tecnólogo o profesional. Pero la dificultad suele aumentar para aquellos que, con o sin estudios, no cuentan con la experiencia laboral.
Y es que el panorama laboral para los jóvenes se resume en dos realidades. La primera el incremento en la tasa de desempleo juvenil que al cierre de 2018 se ubica en 16,9%. La segunda son las declaraciones en Portafolio del viceministro de Empleo y Pensión, Andrés Uribe en las que aseguró que las empresas deben reconocer la práctica laboral como experiencia acreditable en la hoja de vida.
Esta última, requiere de mayor atención ya que sin experiencia demostrable, los empleadores no contratan y sin oportunidades de vinculación los recién graduados no tienen cómo empezar su trayectoria profesional.
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“Me gradué hace más de un año y fue muy frustrante no conseguir trabajo porque para muchas empresas las prácticas no hacen parte de la experiencia laboral, pasaba las pruebas, pero como no tenía al menos un año de experiencia, rechazaban mi curriculum y perdía tiempo haciendo todo el proceso”, dijo Daniel Viana, comunicador social y periodista, egresado de la Unviersidad Los Libertadores de Bogotá.
Karen Gómez, de 21 años y recién graduada asegura que la edad también es un factor importante a la hora de adquirir experiencia. “La edad no nos da para la experiencia que solicitan las empresas y es verdaderamente frustrante, uno puede tener toda la energía y conocimiento, pero si no tienes experiencia dicen que no hay nada que hacer”, comentó.
Ante esta situación, expertos en coaching para la empleabilidad aseguran que los jóvenes deben olvidar la frase “no tengo experiencia” y prepararse para desarrollar talentos, sacar provecho a la experiencia que adquirieron en sus prácticas, tener clara su visión del futuro y sobre todo trabajar en sus habilidades blandas, pues esto les dará herramientas de impacto y negociación en una nueva entrevista laboral.
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“Dentro de los primeros temas que trabajamos con los jóvenes cuando hacen su proceso de coaching para la empleabilidad es enseñarles a contestar las preguntas relacionadas con la experiencia porque deben olvidar para siempre eso de ‘no tengo experiencia’, y cambiarlo por todo lo que en efecto sí tienen”, explicó Constanza Triana, coach para la empleabilidad y directora de Vera Ikona.
De acuerdo con Triana, los jóvenes suelen desligar de su experiencia algunas capacidades adquiridas en la universidad como por ejemplo la entrega de proyectos, sortear dificultades de trabajar en grupo, sustentar ideas, negociar con sus profesores, proponer cambios en los entregables.
“Esto quiere decir que sí tienen experiencia, obviamente en ambientes diferentes, pero no es igual que no tenerla y todos tenemos que reconocerlo”, afirmó Triana.
La experta también dio algunas claves para que los jóvenes se presenten de forma exitosa y se conviertan en un candidato atractivo en una selección de personal:
• Creer en su conocimiento y experiencia: los jóvenes deben ‘creerse el cuento’. Ya son profesionales y es hora de aplicar sus conocimientos, demostrar el dominio de la información adquirida en las aulas de clase, ‘sacarle el jugo’ a la tecnología, tener un perfil atractivo en sus redes sociales y ser proactivos en la búsqueda de datos de su posible empleador. No es lo mismo llegar a la entrevista sin saber a qué se dedica la empresa.
• Desarrollar habilidades blandas: para muchos el primer empleo se convierte en una situación de frustración. Sin embargo, liberarse de ese sentimiento es el primer paso para conseguir trabajo. Una persona frustrada contesta “es que ha sido muy difícil”, “es que todas las empresas me piden tener mínimo un año de experiencia”, todo cambia cuando a las temidas preguntas hay una sonrisa, un cuerpo seguro, una mirada directo a los ojos y una frase como “soy una persona abierta al aprendizaje y sé que mi conocimiento aportará al crecimiento de esta empresa”.
• Actitud de profesional: algo que los jóvenes deben aplicar en el momento de postularse a las empresas es mostrar con su comunicación y actitud que su calidad profesional es muy alta. Detalles como enviar su hoja de vida adjunta, pero sin marcar, enviar el asunto de correo como un ‘forward’, son una pésima entrada si la labor a desempeñar requiere atención al detalle. También ocurre que algunos llegan a la entrevista y no pasan de ahí porque están chateando todo el tiempo o mirando al piso, o usan su promedio académico como única carta de presentación y los empleadores de hoy no quieren gente con promedio de 5.
A PONER EN PRÁCTICA
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