En un encuentro organizado por el instituto IDEA de Argentina, la Regional HR Business Partner Leader de IBM, María Marta Kenny, presentó un estudio que puso sobre la mesa el problema que las mujeres enfrentan al aspirar a posiciones de liderazgo. “El error más común es creer que la brecha va a desaparecer sin hacer nada”, dijo.
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Esto se ve alineado al 67% de los encuestados, que si bien creen que es importante promover las posiciones de mujeres líderes, aún no lo consideran prioridad.
Además, Kenny contó que las organizaciones conocidas como Iniciadoras o First Movers son aquellas que han decidido establecer la equidad de género como una política y que en los últimos años demostraron crecimiento sostenido del liderazgo femenino.
Está demostrado que promover a las mujeres en posiciones senior permite impulsar estrategias de innovación, cambios en la cultura organizacional, potenciar el despliegue del talento y generar un entorno más participativo.
Paula Stolarz, analista de Desarrollo e Innovación en PDA International, añade que el liderazgo femenino fomenta la participación, facilita el descubrimiento sobre qué motiva a cada persona, sus oportunidades de mejora profesional, identificar su propósito y ayuda a crear condiciones para que cada uno pueda desarrollar al máximo su potencial.
Desde PDA International se sostiene que cuando los equipos directivos incluyen mujeres, el compromiso social aumenta y su presencia refleja un mayor grado de motivación y mejores resultados en los equipos debido a sus ‘soft skills’.
Sin embargo, es necesario recordar que “la diversidad por sí misma no va a impactar positivamente hasta que no se gestione adecuadamente en aras de lograr un intercambio entre las diferencias para enriquecer la creación en proyectos comunes”.
El estudio de IBM arrojó que se necesitan aproximadamente 54 años, es decir, el equivalente a dos generaciones para equilibrar el salto que existe en las posiciones gerenciales.
Esta brecha puede saldarse solamente si las organizaciones comprenden el valor agregado que existe en los equipos que abrazan la diversidad. Las mujeres que ya ocupan altos cargos deben motivar a las que vendrán.
Juan David Castro
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