El déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) sube como espuma. En menos de un año, la cifra prácticamente se duplicó, ya que pasó de $7 billones en mayo del 2018 a $14 billones en enero pasado.
Esta alza llama aún más la atención, si se tiene en cuenta que el déficit en el citado fondo en el 2016 era de $5,4 billones y en el 2017 registró $6,5 billones.
La advertencia sobre el reseñado faltante la hizo el centro de estudios Anif, que en un boletín reciente deja sobre la mesa la inquietud. “El resultado es algo preocupante, ya que su déficit asciende a unos $14 billones (1,4% del PIB), indicando que en las fórmulas actuales se están generando subsidios generalizados, al no transmitirse totalmente el criterio de ‘costo de oportunidad exportador’”.
(Lea: Gasolina: el déficit del Fondo ya llegaría a los $7 billones)
El centro de estudios indica a renglón seguido que “este resultado es aún más llamativo, si se toma en cuenta la relativa estabilidad cambiaria, donde se tuvieron revaluaciones cambiarias peso-dólar del 3,3% en el 2017 y devaluaciones cuasi-nulas del 0,2% en 2018; y la entrada en funcionamiento de Reficar en el 2016-2017.
“Con el complejo, se ha elevado la capacidad de refinación de crudo pesado de del 25% al 50% (reduciéndose sustancialmente sus costos). Pero, a pesar de ello, persiste la necesidad de importación de combustibles”, dice el documento.
Por su parte, Julio César Vera, consultor en temas de hidrocarburos, indicó que “el gobierno anterior dejó de aplicar la fórmula que definía el marco de precios tanto para la gasolina como para el diésel. Esto fue lo que generó el aumento del déficit en el fondo”.
(Lea: 2018 arranca con una reducción en el precio del ACPM)
El analista agregó que si bien el actual Gobierno ha hecho un esfuerzo importante por implementar los ajustes, para que tanto el precio del diésel como el de la gasolina queden sincronizados con las tarifas en los mercados del exterior, el aumento en el precio de los combustibles ha sido en promedio del 9%, lo cual no es suficiente para equiparar la tarifa nacional con la internacional.
“El resultado es el déficit tan grande que ya se registra en el fondo, y no hay duda que el faltante lo terminará asumiendo el presupuesto nacional”, dijo Vera.
Cabe recordar, como lo reseña la Anif en su documento, que el FEPC ha enfrentado dificultades normativas. En particular, los pronunciamientos de la Corte Constitucional en el sentido de ordenar que el fondo solo podría desacumular recursos (Sentencia C-261 de 2013), siendo un gran contra-sentido económico, tratándose de un “fondo de estabilización”; y la inexequibilidad del llamado “Diferencial de Participación” como contribución del FEPC (Ley 1739 de 2014).
Sobre esto Anif subraya que “se trató de subsanar con la creación de la contribución parafiscal al combustible de la Ley 1819 de 2016. Sin embargo, la CC se acaba de pronunciar sobre el componente de la sobre-tasa del precio al consumidor (representando entre el 4% y el 13%), quitándole al Ministerio de Minas y Energía (MME) la facultad de fijación de esa tarifa”.
De otro lado, Álvaro Younes, presidente de Fendispetrol, destacó que más que analizar si el déficit lo terminará asumiendo el presupuesto nacional, “es establecer porque no se ha podido equilibrar la fórmula que fija el precio de los combustibles para que sea acorde con la dinámica en el precio internacional del petróleo”.
El dirigente gremial resaltó que el FEPC fue creado con el fin de sincronizar el precio interno de la gasolina y del diésel con la paridad internacional, “pero lo que se demuestra en la actualidad es que no está dando resultado, es mejor que los desmonten, pero de forma gradual”.
El déficit del fondo ha merecido la atención del Gobierno Nacional, a tal punto que se le dio capítulo especial en el proyecto de ley del Plan Nacional de Desarrollo (PND). Según el articulado de la iniciativa, se establece la extinción del faltante del FEPC para finales de 2019; y la revisión por parte del MME de la metodología-fórmula de los precios de los combustibles.
“Lo que allí debería quedar claro es que el Gobierno ha hecho bien en mantener el criterio de ‘costo de oportunidad de exportación’ en la fijación de los precios de los combustibles, ya que Colombia no es una potencia exportadora de crudo. Por el contrario, no atar los precios de los combustibles a los precios internacionales representaría una amenaza para la estabilidad fiscal, ya que los faltantes del FEPC son asumidos por el Presupuesto Nacional; y para el gobierno corporativo de Ecopetrol, que por mandato debe operar bajo criterios de precios de referencia internacional”, resalta la Anif.