A propósito del Foro Económico Mundial, realizado en Davos, Juan David Correa, presidente del fondo Protección, habló con Portafolio sobre el impacto que ese evento tiene para América Latina y en Colombia.
¿Cómo valora las tendencias mundiales tratadas en Davos, como los ataques a la globalización?
La integración mundial y el respaldo global son algunos de los ingredientes más importantes en la recuperación económica que vivimos actualmente. La coordinación de los grandes bancos centrales y de las políticas de los distintos gobiernos durante la crisis financiera nos permite hoy tener una recuperación sincronizada como no se registraba hace varios años.
La globalización ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de las instituciones y en los mercados financieros, lo que permite que los recursos sean usados más productivamente, generando crecimiento y disminución de la pobreza; lo que demanda también responsabilidad global.
En el FEM se evidenció este año un mayor aislamiento de los países de América Latina. ¿qué consecuencias podría tener esta pérdida de protagonismo?
El FEM se caracteriza por ser un escenario en el que se escuchan a los diferentes líderes sin importar su tamaño en la economía global. Este año gana importancia América Latina con el posible repunte de Argentina, México y Brasil.
Respecto a Colombia, se mostró optimismo por la mejor expectativa de crecimiento para el país por parte del FMI para 2018 (3%). Destacando los avances de la economía, la gestión del impacto relacionado con los precios del petróleo y las capacidades del país para aspirar a hacer parte de la OCDE.
Es evidente que los inversionistas están volviendo a las economías desarrolladas para aprovechar nuevas oportunidades. ¿Los fondos de pensiones también miran hacia estos países para invertir el dinero de sus afiliados?
En su momento los mercados emergentes se vieron atractivos, entre otros temas por altos precios de materias primas. La desaceleración de China en 2012, entre otras razones, hizo que los inversionistas salieran por el desplome en commodities como el petróleo. A la amplia liquidez se sumaron mejores cifras de crecimiento en el mundo desarrollado, mayor coordinación de políticas, que junto con el optimismo, canalizó el interés de los inversionistas por activos de mayor riesgo en las economías desarrolladas.
Desde el 2017 hemos observado un interés renovado en los mercados emergentes y en las economías latinoamericanas que podría extenderse en 2018.
Según lo establecido en el Régimen de Inversiones de los Fondos de Pensiones, teniendo en cuenta el perfil de riesgo de cada fondo, en Protección seleccionamos distintos tipos de activos financieros, entre ellos los del exterior.
Otro de los temas que tuvo más relevancia fue el del empleo del futuro y la automatización de este. ¿Cree que los sistemas pensionales están preparados para esta coyuntura?
En cuanto a los sistemas pensionales, el principal reto al que nos vemos enfrentados es cómo afrontar la realidad de la extralongevidad. La población de adultos mayores se triplicará al 2050 en Latinoamérica, pasando de 16,5 millones a 55,8 millones mientras que la población total sólo aumentará en 20%. Estas razones hacen que debamos actuar con anticipación.
La realidad es que estamos viviendo más y ahorramos poco. En países como Colombia, las contribuciones al sistema pensional en algunos casos no son continuas por varias razones entre ellas la informalidad. En Colombia hay cerca de 22 millones de ocupados y sólo 7,8 millones cotizan a la seguridad social en pensiones (35%). Esto nos exige a los administradores de pensiones y a los gobiernos, desarrollar modelos de complemento de pensión, de educación para el ahorro y de sensibilización.
Un informe del FEM afirma que aunque Colombia crece menos, en los últimos años ha mejorado la calidad de este crecimiento. ¿Qué papel ha podido tener el sistema pensional? ¿Cómo se puede seguir haciendo para que el crecimiento del país sea de más calidad y más incluyente?
El aumento de los ahorros en los fondos de pensiones ayuda a profundizar y a desarrollar el mercado de capitales del país. Lo anterior tiene un impacto positivo en el crecimiento económico en el sentido que permite el financiamiento de distintas industrias y fortalece y perfecciona el rol de otras entidades en el sistema. El papel de los fondos de pensiones es fundamental para el financiamiento de largo plazo de las empresas y del país.
El principal objetivo de los fondos de pensiones es que cada vez más colombianos logren un ahorro suficiente para el momento de su retiro laboral y que con los aportes voluntarios puedan complementar su pensión. En ese proceso nos interesa poder acceder a inversiones de la mejor calidad y con retornos atractivos que nos permitan lograr el objetivo.
¿Cómo ha sido el inicio del año para ustedes y el sector?
El 2017 tuvo un comportamiento general favorable gracias a la buena evolución de los mercados financieros local y global, a la adecuada diversificación de los portafolios con la que contamos, y a la integralidad de los procesos de inversiones.
Iniciamos 2018 con más de 6 millones de clientes y más de 92 billones de sus ahorros bajo administración. Continuamos con nuestro liderazgo en el ahorro voluntario, como un complemento para que nuestros clientes alcancen sus metas: A finales del año pasado lanzamos al mercado Regala Protección que permite complementar el ahorro de un tercero y así aportar al cumplimiento de sus sueños; y Protección Hijos que le permite a los padres de familia, con ayuda de familiares, comenzar a ahorrar para la educación universitaria de sus hijos y así tener tranquilidad y seguridad para su futuro.
En términos generales el contexto global es retador, de allí que en Protección seguimos comprometidos en construir portafolios muy sólidos para este entorno. A nivel internacional pensamos que hay valor en el mercado de renta variable debido a las buenas perspectivas de crecimiento global y a la amplia liquidez. Al nivel local, somos optimistas debido a que el crecimiento económico repuntará gracias a la puesta en marcha de algunos proyectos de infraestructura y de una reactivación del consumo. Lo anterior beneficiado por una política monetaria del Banco Central asociada a un comportamiento más favorable de la inflación.