En Las últimas semanas los laboratorios farmacéuticos han estado en vilo por la expedición de una circular que tiene prevista el Ministerio de Salud para controlar los precios de un paquete grande de medicamentos, así como por la expedición de un decreto que reglamentará la metodología que regirá a futuro con ese mismo fin.
El propósito del ministro Alejandro Gaviria es tener listas ambas normas antes del 7 de agosto, y de ser posible en las próximas horas.
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Se había hablado de que unos 1.500 productos entrarían en la lista, pero esta podría reducirse a cerca de mil, según le dijeron a Portafolio fuentes relacionadas con el tema.
A diferencia de situaciones pasadas, donde los laboratorios nacionales y los extranjeros tenían posiciones distantes, ahora tanto Asinfar, que reúne a los primeros, como Afidro, que representa a los segundos, han manifestado reservas.
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Ninguno de los dos gremios dice oponerse al control de precios, sino a la manera como se viene aplicando y a la aparente falta de oídos del Gobierno a las observaciones que les han hecho a los textos publicados para la discusión al respecto.
José Luis Méndez, presidente de Asinfar, por ejemplo, se queja de que tanto sus socios como los de otras organizaciones han enviado al Minsalud casi 60 cartas en las que consignaron cerca de 300 comentarios, pero solo sobre el 30% respondieron que los iban a considerar, el 40% fueron negados y con el resto, simplemente se limitaron a no contestar.
Una de las objeciones más recurrente tiene que ver con la inclusión dentro del conjunto de medicamentos a intervenir por su relevancia para los pacientes, de algunos que el mismo mercado se encargaría de regular por la alta competencia que tienen, como los preservativos.
“Vemos con gran extrañeza como, por algún motivo, están pasando por encima de los principios que corresponden a temas económicos y sociales del desarrollo de la libre empresa en el país”, se lamenta Méndez.
La metodología para el establecimiento del tope de los valores de venta de estas terapias indica que se comparen los precios locales con una tabla de 17 mercados internacionales de referencia. Sin embargo, para el dirigente gremial este principio se está aplicando de forma incorrecta, porque están tomando cifras de la franja institucional (ventas a los Estados) en el extranjero frente a precios comerciales en Colombia, lo cual ocasiona una distorsión. “Es como comparar peras con manzanas”, añade.
Por su parte, el presidente ejecutivo de Afidro, Gustavo Morales, se queja de que estén pensando esto ahora, cuando la Circular 03 del 2013, de la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos, ordena que los precios máximos de venta sean publicados en octubre de cada año y comiencen a regir el primero de enero del año siguiente.
Este medio buscó la opinión del Minsalud, pero fuente de este dijeron que, por lo pronto, no harían comentarios.
