Los economistas consultados por la agencia de noticias Reuters esperaban una lectura de 49,0 puntos en julio.
El descenso en la confianza se produce tras un aumento en el número de estadounidenses que dice que es difícil conseguir empleo, mientras que la cifra de quienes estiman que sus empleos son satisfactorios cayó a su menor nivel en más de 25 años, afectando la evaluación general de la situación actual.
Todo esto representa malas noticias en el corto plazo para una economía que ha sido altamente dependiente del gasto del consumidor en los últimos años.
'El consumidor estadounidense sigue siendo el eslabón más débil en la modesta recuperación del país, y otro ejemplo de la vulnerabilidad es evidente en el segundo declive consecutivo en la confianza del consumidor', dijo Alan Ruskin, estratega de RBS Securities en Greenwich, Connecticut.
El porcentaje de personas que considera que es 'difícil' conseguir un empleo subió a un 48,1 por ciento, su mayor nivel desde marzo de este año, desde el 44,8 por ciento en el mes anterior.
Por el contrario, el de aquellos que consideran que hay bastantes empleos cayó a un 3,6 por ciento desde el 4,5 por ciento previo, su nivel más bajo desde febrero de 1983, cuando la cifra fue de 2,9 por ciento y la economía se recuperaba de una recesión.
'La gente se está viendo un poco desanimada. Los trabajos no llegan tan rápido como se esperaba', dijo John Silvia, economista jefe de Wells Fargo en Charlotte, Carolina del Norte.
'La fortaleza del consumidor en la segunda mitad del año podría ser decepcionante', agregó.
El componente del índice sobre la evaluación de la situación actual cayó a 23,4 desde el dato previo revisado a 25 puntos, su menor nivel desde marzo de este año.
El índice de expectativas también se deterioró, bajando a 62,0, su lectura más débil desde abril, frente a los 65,5 puntos de junio.
'A nivel general, los consumidores se mantienen bastante pesimistas sobre el panorama a corto plazo', decía el informe.