En los primeros cuatro meses del año, el 91,8 por ciento de los montos contratados por el departamento del Valle se hicieron directamente.
De esta manera, es uno de los departamentos que contrató directamente más del 90 por ciento del valor total, de acuerdo con la Auditoría General de la República.
En un nivel casi igual al del Valle está Quindío, en donde el 91,7 por ciento del valor total se contrató en estas condiciones.
En Risaralda, fue el 83,92 por ciento, de acuerdo con la Auditoría.
En cambio, entre enero y abril en Sucre solo se contrató directamente el 32 por ciento del monto total, y en Bogotá, el 34,2 por ciento.
Si bien en la capital del país más del 90 por ciento de los contratos se hizo directamente, los otros, en los que hubo una adjudicación entre varios aspirantes concentraron los valores más altos.
De acuerdo con el informe preliminar Triple C (Control al Control de la Contratación) que realiza la Auditoría General, en el primer tercio del 2012, las regiones han reducido ligeramente la llamada contratación directa o contratación ‘a dedo’.
No obstante, esta práctica que facilita el camino de la corrupción y el mal uso de los recursos públicos, en general, sigue siendo alta.
Antioquia fue una de las que más disminuyó la contratación directa. Lo hizo de 1,07 billones de pesos a 399 millones de pesos el año anterior.
Por cuantía de recursos, Bogotá, que en 2011 manejó 4 billones de pesos en contratos y la mitad la hizo ‘a dedo’, ahora lleva 1,2 billones de pesos, de los cuales, solo el 34 por ciento se ha realizado en forma directa.
Con relación al número de contratos, en cambio, la capital del país hizo el 91 por ciento de los mismos sin una selección objetiva.
El año pasado, el común denominador de las regiones fue el abuso de esta modalidad.
Según el informe consolidado Triple C, del 2011, el 84 por ciento del total del presupuesto de contratación nacional y territorial se ejecutó sin la selección objetiva, es decir, la que garantiza que puedan haber múltiples oferentes para que el Estado pueda escoger e invertir los recursos públicos de forma más eficiente, con mejor calidad y precio.
La Auditoría General, aunque no ha concluido el informe consolidado del 2012, estima que ese porcentaje se puede estar reduciendo este año. Aún así, el organismo de vigilancia destaca que siguen existiendo 222 entidades que contratan sin acogerse al régimen establecido en la Ley 80 de 1993.
‘NO SE TRATA DE SATANIZAR’
Para el auditor general, Jaime Ardila, no se trata de abolir esta tipología que se requiere en algunos casos, sino de utilizarla según la ley.
“La contratación directa fue dispuesta de manera excepcional por el Estatuto de contratación y, sin embargo, se convirtió en la regla general en el 2011. El logro de Antioquia este año muestra que hay resultados del seguimiento y control realizado a través del proyecto Triple C”.
El abogado Carlos Gustavo Arrieta, presidente de la Comisión creada para elaborar la nueva ley de contratación (misión que actualmente está paralizada), señala que la regla debe ser buscar un mecanismo de escogencia objetiva para la contratación.
“En la realización de obras no debería existir la contratación directa. Ella solo tiene sentido cuando hay una relación de confianza con el contratista, que garantiza que se conoce la experiencia y calidad de su trabajo”.
La contratación directa también es permitida cuando hay solo un proveedor o cuando la urgencia de la obra así lo amerita, indica el jurista.
En Antioquia, de acuerdo a lo expresado por Mauricio Valencia Correa, secretario de infraestructura, la contratación ‘a dedo’ se utilizó.
“El primero de enero, cuando llegamos a la administración, tuvimos que utilizar la contratación directa.
El departamento no tiene maquinaria y había que realizar contratos rápidos para desatascar derrumbes.
Lo hicimos por cuantía de 3 mil millones de pesos, a través de convenios interadministrativos con empresas de renta de maquinaria”.
El abogado Gabriel De Vega Pinzón, experto en el tema, señala que la reducción en la contratación ‘a dedo’ tiene varias razones.
“La gestión de los organismos de vigilancia ha sido clave. La gente ahora sabe que no puede hacer fácilmente lo que no está bien hecho”
LA AUDITORÍA LANZA ALERTA EN VILLAVICENCIO
El comportamiento de la contratación en Villavicencio (Meta) es una de las que más llaman la atención de la Auditoría General.
“De enero a abril, esta ciudad suscribió 1.717 contratos, por un valor de 345.372 millones de pesos, mediante los diferentes regímenes de contratación”, señala el informe.
Y agrega que, “del total de contratos, 1.566 fueron suscritos a través del régimen de Ley 80, y de estos, 1.508 utilizaron la modalidad de contratación directa, por valor de 327.038 millones de pesos”.
No obstante, el informe de la Auditoría advierte que la mayor parte de la contratación tiene que ver con la salud.
“Las cuantías globales de la contratación con recursos de la salud asciende a 314.807 millones de pesos, con 73 contratos, equivalentes al 91,15 por ciento del total de la contratación”.
En Villavicencio, el 58 por ciento del valor de la contratación se hizo con entidades sin ánimo de lucro, seguido de los contratos con asociaciones, corporaciones y fundaciones, alrededor de las cuales la Contraloría General había llamado la atención porque, por tratarse de entidades de carácter privado, se dificulta la vigilancia.
La Auditoría también destaca que la capital del Meta realizó una excesiva celebración de contratos prestación de servicios con personas particulares en apoyo de la gestión, que alertan sobre la posibilidad de la existencia de nóminas paralelas dentro de las entidades públicas.
Otro de los puntos que llamaron la atención del organismo de control en Villavicencio está en que la mayor parte de los recursos destinados a la salud se manejó con un mismo contratista.
Finalmente, la Auditoría señala que se utilizó la figura del anticipo en casos en que no es dable su pago, por ejemplo, en contratos de prestación de servicios.
“Allí, la ejecución debe darse de manera periódica, lo cual implica que los pagos se efectúen de la misma forma”.
LAS LECCIONES DE ANTIOQUIA
Según el secretario de Infraestructura de Antioquia, Mauricio Valencia, en materia de contratación, este departamento está aplicando varias estrategias.
“Creamos comités internos de contratación y orientación a los alcaldes; se estableció la feria de la transparencia en la contratación para que todo se haga de manera pública, y dentro del Plan de Desarrollo tenemos una línea clave que se llama ‘Antioquia legal’, una estrategia anticorrupción”.
Valencia agrega que “en la contratación, el Gobierno departamental quiere ‘muchos ojos y pocas manos’, un esquema opuesto a los anteriores. Esto hizo que retornara la confianza de los contratistas. En 7 licitaciones para obras que abrimos recientemente, hubo 175 proponentes”.
PASO A PASO DEL RIESGO
SIN ÁNIMO DE LUCRO
La Auditoría prende las alarmas cuando las regiones realizan muchos contratos con entidades sin ánimo de lucro.
CON EL MISMO
Cuando los contratos se celebran con el mismo contratista, pese a que se está abusando de la contratación directa.
SUBCONTRATO
Si a pesar de que se realizan contratos mediante convenios interadministrativos, se echa mano de la subcontratación.
MUCHA PLATA
Otro motivo de alerta se presenta cuando los contratos son por mayores cuantías, pese a que se trata de una prestación de servicios.
Redacción de Economía y Negocios