La plata que se recauda por concepto de parafiscales, aportada por productores del agro y manejada por gremios para ser reinvertida en beneficio de los asociados, es uno de los riesgos que puso sobre el tapete la contralora general, Sandra Morelli, durante el foro sobre política agropecuaria que se realizó en Bogotá.
Según la funcionaria, “hay una necesidad de revisión de la utilidad que tiene la parafiscalidad, pues en auditorías realizadas, la Contraloría ha detectado que en muchos casos se han desvirtuado desde su origen”.
Según Morelli, uno de los puntos preocupantes es que, “en muchos casos, el que se está beneficiando de las inversiones de los parafiscales no es el que hace el esfuerzo económico. En los gremios pesqueros, por ejemplo, se identifica un mal entendimiento de la parafiscalidad”.
Otro de los problemas identificados por la Contralora es el de la representatividad de los gremios.
“Allí encontramos episodios que tienden a mermar la legitimidad de la institucionalidad parafiscal cuando no son oportunos voceros de los agremiados y a las bases les corresponde ignorar a estos representantes para tratar de lograr un diálogo directo con la autoridad”.
La sostenibilidad económica de los gremios que administran la parafiscalidad es otro de los puntos sobre los cuales Morelli llamó la atención.
“No en pocas ocasiones están incapacitados para autofinanciar sus bienes públicos. Esto está estresando la sostenibilidad fiscal del país, pues el Presupuesto General tiene que complementar, a veces en proporciones que ponen en riesgo la sostenibilidad fiscal, sus necesidades financieras”.
Según Morelli, “hay varios agujeros que están haciendo que la parafiscalidad pierda su esencia”.
La funcionaria indicó que hay que mirar las experiencias exitosas, pues “tampoco se trata de liquidar todo aquello que no nos parece, tendencia en la que estamos entrando y solo para cambiarle de nombre a la entidad y continuarla”.
