La venta de vino, uvas, champaña, ropa interior amarilla, espigas y todo tipo de productos que alimentan las supersticiones y agüeros, se están convirtiendo en un buen negocio para la temporada de fin de año. Algunos se han repetido generación tras generación, pero otros se han importado y hoy hacen parte de la vida cotidiana de los colombianos. Existen hasta nombres registrados, como el Cuco suerte amarillo, que produce y exporta una firma confeccionista de Medellín. ECONOMIA HOY - 8
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diciembre 21 de 2006 - 05:00 a. m.
2006-12-21
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