Tal y como se venía advirtiendo, el crédito en el país tuvo un buen comienzo este 2019, después de dos años de enfriamiento.
Datos revelados por la Superintendencia Financiera muestran que el saldo de cartera terminó el primer trimestre del año en 471,6 billones de pesos. Esto representa un incremento real de 3,36 por ciento (6,6 por ciento nominal) frente a los 442,1 billones del cierre de marzo del 2018.
(Financieras están menos restrictivas para dar créditos).
De hecho, en términos reales, todas las modalidades de préstamos están creciendo, aunque a distintos ritmos.
La cartera comercial, que representa el 52 por ciento del total, ascendió a 249 billones de pesos, mientras que hace un año era de 241,3 billones de pesos.
Entre tanto, el microcrédito sigue con un crecimiento lento (0,43 por ciento real, y va en 12,6 billones de pesos.
En contraste, la mayor dinámica corre por cuenta de los préstamos para vivienda, en los que el saldo de cartera superó los 71,1 billones de pesos, con un aumento de casi 10 por ciento real anual.
Igualmente, los préstamos de consumo mantienen su buen ritmo, pues en el último año crecieron 7 por ciento real, hasta 138,7 billones de pesos.
Entre tanto, si bien la cartera vencida sigue creciendo, lo está haciendo a un ritmo mucho más acotado que en meses anteriores. Según los datos de la Superfinanciera, las obligaciones en mora ascienden a 22,6 billones de pesos, 2,07 por ciento más que en el primer trimestre del 2018. Esto refleja que, por cada 100 pesos prestados, hay 4,8 pesos que están ‘colgados’.
Por cuenta del crecimiento del crédito y de mejores resultados de las inversiones, hubo un repunte importante en los resultados del sistema financiero.
Así, las entidades del sector tuvieron 5,45 billones de pesos de utilidades, que son superiores a las del primer trimestre del 2018 en 2,1 billones de pesos. La mayor parte (3,35 billones de pesos) corresponde a los establecimientos de crédito.
Entre tanto, los recursos que administran del público tuvieron una rentabilidad de 23,58 billones de pesos, lo que contrasta con las desvalorizaciones de la primera parte del 2018.
(Entidades financieras están más dispuestas a dar créditos).
Los mayores rendimientos (15,3 billones de pesos) corresponden a los ahorros de más de 15 millones de colombianos en los fondos privados de pensiones y cesantías. Les siguen las fiducias, que en el comienzo de este año generaron 6,8 billones de pesos en retornos y los fondos de las comisionistas de bolsa, con 1,2 billones de pesos.
MEJORA DINÁMICA EN EL CONSUMO
En los últimos meses, las originaciones de nuevos préstamos y la morosidad han tenido una mejora importante, especialmente en el crédito de consumo.
Un informe realizado por TransUnion señala que los créditos de libre inversión, las libranzas y las tarjetas de crédito son los que tuvieron un mayor incremento en los nuevos créditos.
De hecho, estas últimas son el producto más dinámico en el comienzo de este año, y siguen siendo el más utilizado. Virginia Olivella, gerente Senior de Investigación y Consultoría en TransUnion Colombia, explica que el impulso provino de las tarjetas de crédito tradicionales emitidas por los bancos y, en menor medida, de las tarjetas de marca privada.
Según la directiva, hay una moderación en las tarjetas de crédito como las del retail con franquicia, que podría estar presionada por un incremento en la morosidad en este producto específico.
Justamente, TransUnion da cuenta de una disminución en las tasas de morosidad en todos los segmentos, con excepción de las libranzas, lo cual sería un impacto directo del aumento en el desempleo.