El partido democratacristiano alemán, de centro derecha, evalúa enviar un proyecto de ley para reducir las remuneraciones de los ejecutivos, mientras la crisis financiera global hace aumentar el escrutinio de las disparidades en la compensación de empleados y gerentes en la mayor economía de Europa.
Por Marcus Walker, en Berlín, y Mike Esterl, en Francfort
La noticia se produce en un momento en que la economía alemana acaba de caer en recesión. El jueves, la oficina de estadísticas del gobierno anunció que el Producto Interno Bruto cayó 0,5% en el tercer trimestre, lo que se suma al descenso de 0,4% registrado en el trimestre anterior. Dos trimestres consecutivos de contracción económica son la definición más común de una recesión. Asimismo, el sindicato más poderoso de Alemania, IG Metall, retiró el miércoles una amenaza de huelga y aceptó un aumento de sueldo de 4,2% para 3,6 millones de empleados industriales, tras haber pedido incrementos del 8%.
Los economistas elogiaron el pacto, diciendo que representa un aumento anualizado de menos de 3,5% y debería permitir al Banco Central Europeo seguir recortando las tasas de interés sin un temor a un resurgimiento de la inflación.
El aumento de sueldo anual acordado por IG Metall el miércoles equivale a un alza cercana al 4,2% en 18 meses y tiene luegar tras varios años en que los salarios de los trabajadores alemanes han estado estancados.
De todos modos, el pacto con IG Metall también intensifica la presión sobre la coalición gobernante para limitar los estratosféricos niveles de compensación ejecutiva antes de las elecciones generales del año que viene, en un país que ve con un escepticismo cada vez mayor lo que muchos alemanes consideran un capitalismo sin riendas.
Un documento del partido democratacristiano filtrado a la prensa, cuyos contenidos fueron confirmados por miembros del partido, muestra que los conservadores consideran forzar a los ejecutivos a esperar al menos cuatro años antes de hacer uso de sus paquetes de opciones sobre acciones, comparado con dos años según las actuales reglas.
Otras medidas en el documento incluyen exigirle a las compañías "juntas supervisoras plenas", que incluyen a representantes sindicales, para votar los paquetes de compensación ejecutiva.
Las compañías también podrían verse obligadas a recortar la remuneración ejecutiva en los años de vacas flacas, mientras los ejecutivos podrían enfrentar mayor responsabilidad legal por la toma de malas decisiones. "Debemos hacer que los gerentes asuman más responsabilidad por los malos resultados, por ejemplo obligándolos a devolver sus bonificaciones", dijo Otto Bernhard, un legislador democratacristiano que encabeza un grupo multipartidista que estudia la materia.
Bernhard agregó que es probable que el grupo acuerde una serie de medidas en las próximas semanas. Los líderes del partido deberían aprobar las propuestas conjuntas después. El Parlamento podría pronunciarse sobre la iniciativa el año entrante, dicen fuentes cercanas. Los socialdemócratas alemanes, la otra mitad de la coalición gobernante de la canciller Angela Merkel, ya han pedido limitar las remuneraciones de los ejecutivos.
La política alemana ha estado virando gradualmente hacia la izquierda desde 2005, cuando los socialdemócratas¿anteriormente los autores de reformas de libre mercado¿ denunciaron a los inversionistas extranjeros como las firmas de capital privado a los que acusaron de ser "plagas" que se alimentan de las empresas alemanas.
En medio de una creciente brecha entre ricos y pobres, Alemania ha fortalecido algunas prestaciones sociales el año pasado, deshaciendo en parte los recortes previos. El año pasado, Alemania solicitó una mayor regulación internacional de los fondos de cobertura, pero se topó con la resistencia de Estados Unidos y el Reino Unido.
La crisis financiera ha animado a gobiernos en Europa y Estados Unidos a imponer restricciones a los salarios de los ejecutivos de las compañías que se están beneficiando de los paquetes de rescate financiero. Alemania obligó a ejecutivos en los bancos que reciben inyecciones de capital de un paquete de rescate de 500.000 millones de euros aprobado por legisladores el mes pasado a imponer un límite de 500.000 euros a su paga. Tampoco podrán recibir bonificaciones.
El pago de los ejecutivos se ha convertido en un asunto peliagudo en Alemania desde 2006, cuando las compañías que cotizan en bolsa empezaron a develar los detalles de la compensación de los miembros de la junta de gerencia.
Una investigación legal a cientos de potenciales evasores del fisco alemán¿incluyendo el ex presidente ejecutivo de Deutsche Post AG, una de las mayores compañías en bolsa¿ha alimentado los llamados a tomar medidas en los últimos meses.
Los miembros de las juntas directivas de las 30 principales compañías alemanas que cotizan en bolsa percibieron un promedio de 2,9 millones de euros en compensación el año pasado, un 7,75% más que en 2006, según DSW, un grupo alemán que representa los derechos de los accionistas.
El cálculo no incluye los alrededor de 60 millones de euros en compensación pagados el año pasado a Wendelin Wiedeking, presidente ejecutivo de Porsche Automobil Holding SE, que no figura entre las 30 principales firmas alemanas. Su paquete de compensación acaparó los titulares de la prensa alemana. Se estima que Wiedeking ganará alrededor de 80 millones de euros este año.