La decisión de la distribuidora de combustibles Terpel, controlada por inversionistas chilenos, de solicitar la importación de cuatro millones de galones de etanol de maíz, procedentes de Estados Unidos, para hacer la mezcla que debe tener la gasolina, tiene preocupados a los empresarios del sector.
Esto, por el efecto que pueda tener en el crecimiento y en la producción nacional.
El presidente de la Federación Nacional de Biocombustibles, Jorge Bendeck, aseguró que si bien con la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos se permitió la compra desde el primer momento de estos productos, se está desdibujando el objetivo de la ley, que abrió el camino para el desarrollo de esta industria.
Según el dirigente gremial, desde que Terpel pasó a ser controlada por inversionistas extranjeros, sus políticas de apoyo al sector cambiaron (fue una de las firmas que participó en las pruebas de recorridos largos para estudiar el comportamiento de los motores con las mezclas).
De la cantidad solicitada, ya llegó al país un millón de galones y está en tránsito otro tanto para abastecer, principalmente, los mercados de la Costa Atlántica.
De hecho, ante el incremento en el nivel de inventarios de los productores nacionales, de manera temporal el Ministerio de Minas y Energía autorizó el incremento de la mezcla de etanol del 8 por ciento al 10 por ciento, durante los meses de noviembre y diciembre para Bogotá y su zona de influencia.
La medida también aplica para el suroccidente del país.
De acuerdo con Bendeck, Terpel es el único mayorista que ha optado por importar etanol de maíz de Estados Unidos, el cual, según estudios internacionales, solo reduce en un 10 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero.
Entre tanto, el etanol que se produce en Colombia, a base de caña de azúcar, ha mostrado un porcentaje de reducción de emisiones de hasta el 74 por ciento.
COMPETENCIA DESIGUAL CON EL MAÍZ QUE SE PRODUCE AFUERA
La competencia del etanol colombiano con el de maíz que se produce en EE. UU. es dispareja, pues en este país hay un subsidio agrícola de hasta el 60 por ciento en los costos de producción, así como un subsidio que se le otorga a las refinerías por comprar este producto, que oscila entre 37 centavos de dólar y un dólar por galón.
Si bien los productores locales podrían salir a vender el etanol en EE. UU., sus economías de escala no les cuadran, pues mientras Colombia produce 370 millones de litros al año, dicho país llega a los 50.000 millones de litros al año.
Ómar G. Ahumada R.
Economía y Negocios