La ausencia del presidente Juan Manuel Santos en el Congreso de Fenalco, que termina este viernes en Ibagué, y la vehemencia del presidente del gremio, Guillermo Botero, al criticar el crecimiento del gasto público y la intención de aumentar la carga tributaria, dejaron en evidencia un distanciamiento entre la Federación y el Gobierno.
Mucho se especuló desde el miércoles cuando se supo oficialmente que el Presidente no asistiría al evento de los comerciantes, teniendo en cuenta que es la primera vez en mucho tiempo que un mandatario no cumple la cita.
Incluso, entre los 500 asistentes al evento en el Centro de Convenciones Alfonso López Pumarejo de Ibagué se aducían razones políticas. “Que los tolimenses no votaron a favor de Santos o que entre los comerciantes es mayor la simpatía por el uribismo”, se comentaba en voz baja.
Este diario consultó con la Casa de Nariño las razones por las cuales el Jefe de Estado no acompañó a los comerciantes y sus asesores argumentaron razones de agenda. Santos viaja este viernes a San Andrés.
En contra de la tesis de que el Gobierno no está en buena tónica con el gremio, algunos comerciantes dicen que si bien el Jefe de Estado no se hizo presente, se destaca la asistencia oficial nutrida a través de sus ministros. Ayer estuvieron los de Defensa y Hacienda, Juan Carlos Pinzón y Mauricio Cárdenas. Hoy se espera que participen el ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, y la ministra de Comercio e Industria, Cecilia Álvarez-Correa. También están en la agenda el director de la Dian, Santiago Rojas, y el superintendente de Industria, Pablo Felipe Robledo.
Por su parte, el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, dijo que su posición frente al Gobierno no tiene ninguna motivación política ni de oposición al presidente Santos.
“En lo que a mi respecta, lo que yo siento es un inmenso respeto por el Presidente y de mi boca jamás saldrá un agravio, una frase ofensiva, una mala palabra, ni absolutamente nada, pero cuando se trata de pensar en el país tengo que expresar cómo estoy viendo las cosas y qué puede ocurrir por la toma de ciertas medidas y la aprobación de algunas leyes. En eso uno tiene que mantener, con todo el respeto, una posición clara”, dijo a Portafolio.
“No soy contradictor del Gobierno Santos, soy contradictor de todas aquellas cosas que no son apropiadas para el buen desarrollo del país”, indicó.
Sobre la no asistencia del Presidente al Congreso anual de Fenalco, el dirigente dijo que cree en las explicaciones desde Palacio sobre los problemas de agenda del primer mandatario, aunque reconoció extrañeza y tristeza por que no hubiera ido. Dijo que lo lamentaba por los comerciantes que representa y por los tolimenses, anfitriones del Congreso.
“Sí estoy extrañado y estoy más extrañado porque nos afirmó el 7 de agosto que iba a gobernar para todos los colombianos, y los comerciantes hacen parte de todos los colombianos. Somos 20.000 afiliados con sus familias, 120.000 tenderos y 6 millones de personas empleadas en el comercio y representamos el 12 por ciento del PIB. Es uno de los sectores más importantes de la economía”, afirmó.
Dijo que un incremento en el recaudo tributario del 53 por ciento entre el 2011 y el 2013 muestra un aumento gigantesco que vuelve las finanzas públicas un barril sin fondo, desde su perspectiva.
Le preocupa el hecho de que impuestos temporales se vuelvan permanentes. El dirigente gremial considera que el segundo mandato de Santos no comenzó bien, al afirmar que cuando se afecta a los consumidores, se impacta al comercio y a los industriales, y esto hace retroceder la economía y las intenciones de generación de crecimiento, empleo y riqueza para el país.
MEJÍA LE HA ’SACADO LA PIEDRA’
La primera semana de marzo de este año no fue la mejor para Rafael Mejía, pues literalmente se agarró con el Presidente Santos.
Todo a raíz de una entrevista que el dirigente gremial dio a EL TIEMPO, en la que Mejía reclamó: “¿Quién manda aquí: el Presidente o la isla de Cuba? Todo está trancado, compras y ventas del sector”.
Esto lo dijo, refiriéndose al proceso de paz que se negocia en La Habana y el apoyo mismo que los empresarios del campo estaban dándole a dicho proceso.
“Si la forma como me expresé le ofendió, le ofrezco disculpas”, dijo Rafael Mejía durante una reunión gremial.
Ibagué