El aumento de desempleo sigue imparable. Los resultados del Dane sobre la desocupación en el país revelados la semana pasada y correspondientes a febrero prolongan la expectativa pesimista de los empresarios respecto a la posibilidad del despegue definitivo de la demanda.
De acuerdo con las cifras oficiales, en el segundo mes del presente año la tasa de desempleo se ubicó en 12,6 por ciento, cifra levemente superior a la registrada en el mismo mes del 2009, cuando se ubicó en 12,5 por ciento.
Aunque el resultado muestra prácticamente un estancamiento de la desocupación, la situación sigue preocupando a los inversionistas, quienes esperan una recuperación de la demanda, pues ésta evoluciona de acuerdo con la disponibilidad de recursos en manos de los consumidores.
La ortodoxia de la economía indica que los tiempos de alto desempleo se caracterizan por la baja demanda. Pero lo que más inquieta en medio de este panorama complejo de la generación de puestos de trabajo es la falta de una política clara para la reactivación del empleo, lo que hace pensar que las cifras no cederán este año, y por lo tanto, Colombia mantendrá su deshonroso primer lugar entre las naciones de América Latina con mayor nivel de desocupación.
De acuerdo con los analistas, uno de los problemas más graves que ha comenzado a generar este fenómeno es la falta de oportunidades laborales para los jóvenes. A ello se suma el incremento de la informalidad, más conocida en el país como rebusque, el cual ya se acerca al 60 por ciento.
Los inversionistas tienen claro que la capacidad de compra de las personas es un indicador clave para sus negocios y que a su vez, ésta depende directamente del nivel de ingreso de los consumidores.
De otro lado, los resultados del año pasado revelados por la mayoría de las empresas en sus recientes asambleas de accionistas estuvieron por encima de lo esperado, situación que permite aumentar la confianza en la recuperación de la economía, lo que a su vez podría contribuir a generar nuevos puestos de trabajo.
Aunque en la mayoría de los casos las utilidades se mantuvieron o se ubicaron por debajo de las del 2008, el año inmediatamente anterior fue menos malo de lo que se había pronosticado. Para las empresas, el balance del 2009 fue aceptable, en medio de la incertidumbre que había generado la crisis económica y financiera mundial.
El clima de los negocios en Colombia también tuvo la semana pasada un punto a favor: la liberación, por parte de las Farc, de dos de los militares secuestrados. El hecho, cuya noticia le dio la vuelta a mundo, constituye un nuevo paso en la posibilidad de que la tranquilidad vuelva a ser un activo importante para el país, después de muchos años de generar un efecto negativo sobre la imagen en el exterior.
También es positivo el anuncio de que se avance en un posible intercambio humanitario para lograr la liberación de los secuestrados que todavía permanecen en poder de las Farc. El indicador de la confianza en Colombia se mantiene en 79 por ciento.